Opinión

Turismo: A ponerse las pilas a corto y medio plazo

Córdoba y su dependencia del sector económico turístico es algo más que conocido. Por concretar, en el año 2019 tuvimos más de dos millones de pernoctaciones hoteleras en Córdoba y su provincia, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). De esta cifra, el 61% fue para el denominado turista nacional y el 39%, para el turista extranjero. Factores como el gasto medio según origen es diferente, así como su comportamiento y necesidades en materia turística.

En estos momentos, dado los acontecimientos del coronavirus, no hay turistas. Aunque suene triste escribirlo. Si diferenciamos entre turistas nacionales e internacionales, estos últimos seguirán siendo inexistentes aún volviendo a la normalidad. La recuperación de internacionales será por un periodo largo de tiempo. Los expertos no se ponen de acuerdo aún. Aunque simplemente podemos hacer un ejercicio de reflexión interna y pensar en nuestras propias familias ¿cuándo me atrevería yo a viajar? No se nos olvide que cuando uno viaja al extranjero lo primero que se mira es la seguridad, las comunicaciones y una vez superado estos temas básicos ya te decides según tus preferencias y objetivos del viaje. Como opinión, hasta enero del 2021 los turistas internacionales no vendrán a visitarnos en volumen importante y a disfrutar de nuestra ciudad.

Se entiende, pues, cómo las administraciones publicas, el sector empresarial y todos los que nos dedicamos a este mundo del turismo de una u otra forma debemos volcarnos en primer lugar en atraer, recuperar e incrementar turismo nacional, sin dejar, eso sí, de pensar en el turismo internacional.

El turismo nacional suelen ser viajes cortos que, gracias a las buenas comunicaciones y la posición de Córdoba, se convierten en viajes atractivos. Aquí la provincia de Córdoba puede jugar un papel muy importante: Espacios abiertos, territorios y parajes espectaculares, visita a las bodegas de vinos, a las almazaras, destilerías de anís, flamenco, nuestra artesanía, la madera, secaderos de jamón, la dehesa, cuevas, castillos y, cómo no, los yacimientos arqueológicos desde Almedinilla o Torreparedones, entre otros, que reflejan un pasado y cultura añadida del cual debemos estar orgullosos.

Todo esto complementado con la gastronomía, desde materias primas hasta platos tradicionales de cada municipio y que no dejan de reflejar el lugar y alma de cada sitio. Todo esto me hace sentir orgulloso y presumir de ello, y precisamente ésa es una de las mejores formas de atraer el turismo nacional.

Con un sector empresarial turístico en paro obligado, podemos pensar en corto plazo o a medio plazo. Pensar en corto plazo implica esperarnos a salir de la terrible pandemia para luego diseñar planes de acción y estrategias. Es el camino más fácil. Lo más justificable. Lo más difícil y lo que nos puede diferenciar para el sector turístico es trabajar ahora pensando en el medio plazo, diseñando desde ya mismo los planes a realizar, acciones concretas con el fin de estar en la puerta de salida esperando.

Hay aspectos importantes de futuro a medio plazo que no debemos olvidar. Reactivar de forma correcta la actividad turística es una de ellas. Planificar y poner acciones futuras a corto plazo junto a una amplitud de miras e ideas claras son hoy, más que nunca, una necesidad.

Esto es, precisamente, lo que se espera de unos buenos líderes en materia de administración pública local, empresarial o gestores de bienes patrimoniales dedicados a este mundo del turismo. Si no hacen nada de esto realmente será una decepción que una ciudad y sus habitantes no se merecen.