Opinión

La alineación de los astros

El cambio de gobierno como consecuencia de la moción de censura ha dejado una inédita circunstancia en nuestra ciudad: el Psoe gobierna el Ayuntamiento, la Diputación provincial, la Junta de Andalucía y el Gobierno Central. Nunca antes en nuestra democracia se había producido esta coincidencia monocolor en las cuatro capas de la administración. 

La habitual disparidad ha sido siempre citada y utilizada como excusa o justificación de la falta de inversiones en la provincia, de la paralización de los proyectos, o de las siete plagas si de señalar al contrario se trataba. Pero ahora los astros se han alineado, en una extraordinaria confluencia de poderes de proporciones cósmicas.

¿Llegará el maná de las inversiones socialistas a nuestra ciudad? Ahora que el Partido Popular ha admitido que las concesiones al PNV eran un chantaje y ha presentado enmiendas en el Senado para paliarlo (“Roma no paga traidores”), a lo mejor nos inunda una lluvia de millones procedentes de la “Y” vasca.

¿Se terminará la Ronda Oeste, pendiente del acuerdo entre la Junta y el Gobierno Central? Ya no hay nada que negociar, el gobierno es uno y trino.

¿Se estirará el trazado del Cercanías, tensado por los alcaldes socialistas de Palma del Río y Villa del Río?

¿Lucirá la biblioteca de los jardines de la Agricultura más que la de Alejandría?

¿Llegarán los vuelos comerciales al aeropuerto, como las grullas en invierno?

¿Se desdoblará la N-432 bajo la atenta mirada del Sr. Ábalos, el guardián del partido, para apaciguar las Baronías de Extremadura y Andalucía?

A mí me alegraría sinceramente que alguno de los proyectos atascados de esta ciudad o de esta provincia se hicieran realidad, y desde este momento ofrezco para ello mi modesta colaboración al ejecutivo. 

Pero, no nos engañemos, el grupo socialista ha retirado todas sus enmiendas relativas a Córdoba del Senado. El gobierno interino de Sánchez ha cerrado la barra libre de las enmiendas al Psoe, pues ahora son ellos quienes tienen que pagar la cuenta al final de la fiesta. Así las cosas, la alineación de los astros puede que nos traiga las desgracias, catástrofes y plagas que preveían no pocas culturas antiguas. Y la primera plaga, no hacer falta mirar en los posos del café, será la subida de impuestos. Cuando los cuerpos celestes se alinean, ya no se ve el sol, y las tinieblas podrían cernirse sobre Córdoba. Ya sabemos que el eclipse no es pasajero, que pretende agotar la legislatura, faltando a la palabra revelada. ¿Cruzaremos el desierto? ¿Alcanzaremos la tierra prometida guiados por el Presidente Sánchez, o llegará la desesperación de los socialistas cordobeses?

Yo no creo en mesías, ni en milagros, ni en la astrología. Creo en el hombre, en su determinación y fortaleza. Por eso me pareció lo correcto que mi partido, Ciudadanos, propusiera la celebración de elecciones ante la moción de censura. Para que fuéramos todos, con nuestros votos, los que decidiéramos un nuevo gobierno, limpio y fuerte. Los que decidiéramos nuestro futuro. El futuro que ahora se nos aparece cargado de incertidumbres, pero con la única revelación de que los de siempre, tanto PP como Psoe, han tenido miedo de afrontar las urnas, temerosos de un nuevo proyecto común para una España moderna y regenerada.