Fuentes del Hospital de Montilla han informado a este periódico que el guardia civil herido ayer de un disparo por un hombre que se atrincheró en una vivienda de Montalbán con sus propios padres de rehenes, "se encuentra estable dentro de la gravedad", según el último parte médico.
El agente, del Cuartel de La Rambla, acudió a Montalbán acompañado de otros agentes y de la Policía Local rambleña a intervenir en un caso de violencia de género y antes de que pudiera siquiera mediar palabra con el presunto agresor, éste le disparó en el vientre con una escopeta recortada, por lo que tuvo que ser enviado de urgencia al centro hospitalario monoplano a ser intervenido de urgencia.
De hecho, según las mismas fuentes hospitalarias, se encuentra todavía ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). De cualquier modo, por empresa petición d ella familia del herido, el hospital va a dejar de emitir partes médicos al respecto.
La situación comenzó ayer por la mañana después de que el presunto agresor, F. M., de 35 años, y conocido en toda la comarca de la Campiña Sur por su agresividad, se presentara en casa de su expareja en La Rambla para insultar y proferir amenazas contra ella en presencia de sus padres. Al parecer, según han apuntado a Córdoba Hoy, varios vecinos de La Rambla, "el lunes había caducado la orden de alejamiento que tenía", y ese momento fue aprovechado por el agresor para tratar de aproximarse a ella. En cualquier caso, los padres de la mujer, una vez que F.M. había regresado a Montalbán, llamaron a la Guardia Civil y a la Policía Local para explicarles toque había ocurrido.
Por esa razón la dotación de la Benemérita y de la Policía rambleña se desplazaron hasta la localidad vecina, donde se produjo el tiroteo alrededor de las 11.30 horas. Después de tres horas negociando, el hombre se acabó entregando a las autoridades. Los vecinos apuntan de él que se trata de una persona muy peligrosa, que está relacionada con cuestiones de droga y varios hurtos, es filonazi y extremadamente agresivo.
De hecho, la semana pasada "un gasolinera tuvo que refugiarse cerrándose con llave en la gasolinera cuando el otro le amenazó con pegarle con un bate de béisbol cuando le pido que le pagara la gasolina que había echado al coche". De él señalan los vecinos que es hedonista y que se preparaba las escopetas él mismo recortando los tubos. Estaba casado con su expareja cuando ambos eran muy jóvenes, 18 y 15 años, respectivamente y tuvieron un niño y una niña, pero se habían separado hace ya dos años.
