La presidenta de la empresa municipal de Saneamientos de Córdoba (Sadeco), Isabel Albás, ha anunciado este viernes que la licitación para la recogida de naranjas de la ciudad ha quedado desierta al no presentarse ninguna empresa.
Ante esta situación, Sadeco ha iniciado un procedimiento negociado sin publicidad, invitando a las tres empresas que participaron en la licitación del año 2021. Asimismo, ha destacado en una nota que el proceso de licitación del año 2022 también quedó desierto y fue ejecutado con medios propios de la empresa municipal.
El procedimiento negociado cuenta ya con el informe favorable de la asesoría jurídica municipal, manteniendo las mismas condiciones que la licitación inicial. Del mismo modo, el procedimiento será publicado en los próximos días en la plataforma pública de contratación con las tres empresas convocadas para la negociación. Además, Sadeco abre la posibilidad a que otras empresas interesadas se sumen a la licitación si visualizan el procedimiento en la plataforma.
Técnicos de Sadeco han llevado a cabo un exhaustivo estudio de mercado para conocer la situación de otras ciudades equivalentes. Considerando y teniendo en cuenta la realidad de las empresas privadas en este periodo del año, marcado por cierres contables y cumplimiento de objetivos anuales, el procedimiento negociado se proyecta para el ejercicio de 2024.
Asimismo, en este análisis de mercado, los técnicos de Sadeco compararon los costes de recogida en otros municipios de otras provincias, observando tarifas como 4,7 euros/árbol en Gerena, 4,21 euros/árbol en Sevilla y 12 euros/árbol en La Rinconada. Del mismo modo, en la licitación de la campaña 2021/2022, las ofertas para la recogida de naranjas en Córdoba fueron de 9,86 euros/árbol por la empresa Brocoli y 10,4 euros/árbol por la empresa Licuas. Estas cifras sirven como referencia para el procedimiento negociado que abarcará el ejercicio de 2024.
El servicio de recogida de naranjas comenzará en la primera quincena de enero, coincidiendo con el período óptimo de cosecha, con el objetivo de "evitar daños a los árboles y minimizar, en la medida de lo posible, la suciedad generada por la caída de las naranjas", ha comentado la edil.
