Empiezan a surgir las historias personales tras el grave accidente ocurrido esta madrugada en la A-4 que ha costado la vida a dos personas, mientras que tres están en estado muy grave y 46 leves. Se trataba de un autobús de línea en la que viajaban numerosos extranjeros.
Una pesadilla que algunos sí podrán contar como es el caso de Yuen Ming Liu y su mujer que viajaban en la parte de atrás del autobús siniestrado. Habían ido a Estepona en un excursión y volvían a Madrid para coger un avión. Aseguran que poco antes del siniestro habían parado a tomar un café en un área de servicio. "Sobre las 3 de la madrugada oímos gritos y vimos al camión que estaba delante y que no tenía luces y no se veía en la oscuridad, aunque creemos que la velocidad era la normal en este tipo de vía", han explicado este matrimonio de Hong Kong que tenía intención de ver a su hija en Londres antes de coger un vuelo que les llevara de nuevo a casa.
"Salimos disparados hacia delante y nos golpeamos la cabeza y desde ese momento ya no recordamos nada más", han asegurado ambos, quienes han explicado que están esperando a que los recoja un autobús de la compañía para llevarlos a Madrid y darles sus maletas. "Ahora lo que queremos es darnos una ducha y quitarnos estas ropas manchadas de sangre y descansar", afirma Yuen Ming Liu.
