URBANISMO Y PROTECCIÓN

Gerencia remata el catálogo de bienes protegidos con un total de 336 elementos incluidos

De ese total, 299 tienen un carácter de protección compatible con su uso habitual.
Salvador Fuentes en la presentación del nuevo catálogo de bienes protegidos de Córdoba FOTO RAFA MELLADO SENIOR
photo_camera Salvador Fuentes en la presentación del nuevo catálogo de bienes protegidos de Córdoba FOTO RAFA MELLADO SENIOR

Por el momento son 299 los edificios incluidos en el nuevo catálogo de bienes protegidos del término municipal de Córdoba que esta mañana ha presentado públicamente el concejal de Urbanismo, Salvador Fuentes (PP), y su equipo de la Gerencia, compuesto por Moisés Guerrero, Juan Murillo y Pedro Caro.

Se trata de un catálogo iniciado en el año 2000 y que viene a demostrar que el patrimonio cordobés no se limita a edificios que merecen la pena conservarse del siglo XIX, sino que se han incluido bastantes del Siglo XX y se dejan las bases ya preparadas para ir incluyendo otros inmuebles del XXI cuando les llegue su momento.

Según ha expuesto Fuentes, se trata de mantener un equilibrio entre el mantenimiento y el uso práctico de cada edificio. Por esta razón se van a dejar dos largos meses de exposición pública una vez se publique en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), de modo que técnicos, arquitectos y particulares puedan estudiar bien el estudio y llegar luego a acuerdos con la Administración, porque el mantenimiento corresponderá al propietario y el concejal ya ha avanzado que a día de hoy no hay ayudas para ese concepto, aunque todo está aún por acordar.

Eso significa que si llegado el momento, alguno de los edificios que ahora están incluidos podrían caerse del catálogo "porque no voy a hacer es proteger lo improtegible", ha advertido el edil. Para evitar estas situaciones espinosas se incluye ahora una reflexión sobre las razones por las que un edificio es meritorio de ser conservado, cosa que antes no existía.

Esos 299 edificios cuadruplican prácticamente la cifra del anterior catálogo de 1986, en el que había sólo 83. Ahora han entrado desde mausoleos del cementerio de Nuestra Señora de La Salud, hasta puentes romanos fuera del Casco Histórico. el Campus Universitario de Rabanales, el edificio de oficinas centrales de Cajasur o, incluso, el Toro de Osborne que hay en la Cuesta del Espino. La inclusión en el catálogo tambiñen ha dependido del arquitecto que los ha elaborado, entre los que están Juan Cuenca (la estación de autobuses), Arturo Ramírez, Rafael de la Hoz (Parque Figueroa), Adolfo Castyñeira (la sede del Colegio de Arquitectos) o Amadeo Rodríguez (el Gran Teatro, que ahora cumple 150 años).

El catálogo, que se llevará a su aprobación inicial al próximo consejo de Gerencia, divide los inmuebles catalogados según su nivel de protección. De ahí que haya 42 de protección integral, 59 de protección estructural, 103 de protección global, 42 más de protección ambiental y 53 de protección documental, que, como ha explicado Pedro Caro, es una nueva catalogación por si en el futuro dejaran de existir, que, al menos, existan en forma documental.

En realidad, son 336 elementos catalogados, pero es que 37 son de carácter arqueológico cuya protección se remite directamente a la Carta Municipal de Riesgo Arqueológico, que gestiona la Oficina de Arqueología de la GMU.