En el país se está dando el fenómeno de utilizar los ahorros de las vacaciones que no se van a disfrutar, tras la doble crisis (económica y sanitaria), para realizar reformas en casa y mejorar la vivienda de cara a un posible nuevo confinamiento, si no en otoño, sí más adelante, ya que dicen los expertos que esta situación ha venido para quedarse y hay que estar preparados y prevenidos.
En Córdoba, sin embargo, es "algo que se viene dando desde hace tiempo", señala Francisco Carmona, presidente de Construcor. Es más, julio y agosto siempre fueron meses de reformas en la provincia, más en locales que en viviendas aprovechando los cierres estivales, aunque ahora se ha producido cierto ahorro durante el confinamiento de más de dos meses y teniendo en cuenta que las vacaciones tampoco son las mismas a las habituales, también en Córdoba se ha multiplicado en los domicilios y casas particulares.
Y, según Carmona, algo que está ayudando al sector de las reformas para imputarse es la compraventa de vivienda usada, "muy por encima de la nueva", que siempre requieren de arreglos para prepararlas al gusto de los propietarios y propietarias. Eso implica tabaquería, equipamiento o modernización de estancias.
Por lo general las firmas que se dedican a las reformas son de pequeño tamaño, "habitualmente sociedades limitadas y en un porcentaje muy elevado, casi en un 50% autónomos con sus cuadrilla y que suelen tener muy encima al cliente, lo que requiere de un trato, una atención y una forma de trabajar muy especial", señala el presidente de los constructores cordobeses. Eso sí, la mayoría se concentra en la capital, al contrario que en otras provincias, como Málaga, Sevilla o Cádiz, donde hay municipios con más de 50.000 habitantes, mientras que en Córdoba, salvo Lucena o Puente Genil, están por debajo de los 40.000.
El sector de las reformas, por tanto, no está pasando su época dorada, pero "no le falta trabajo". Es el caso, por ejemplo, de firmas como Oypa o Rafael Ruiz Bonilla, quienes están encadenando obras tras obras, aunque con ua calidad de trabajadores reducida a la mitad en comparación a los buenos tiempos, antes de la crisis de 2007, cuando se hacían cuatro o cinco grandes reformas al año por empresa.
Y para muestra, un botón. Francisco Barrera, de Rafael Ruiz Bonilla, una empresa que se dedica a reformas de alto standing, ha señalado que el trabajo de las reformas prácticamente se ha triplicado en Córdoba, y que el confinamiento "lo ha aumentado drásticamente, aunque desconozco realmente el motivo", reconoce el constructor.
En su caso, se dedica mucho a reformar segundas viviendas o cortijos y chalés, "pero creo que escon independencia a la pandemia, porque los confinamientos en este tipo de viviendas jo requieren de cambios excesivos para pasar un encierro, porque ya cuentan con espacios verdes, amplitud y hasta piscina". El caso es que desde junio pasado ya "tenemos encargos para empezar a hacer en octubre", indica.
Ahora bien, Barrera también reconoce que se están dando ahora cada vez más reformas en pisos, sobre todo, y en su caso, nuevos. "Lo estamos haciendo mucho en la zona de Turruñuelos, porque alguien compra una casa grande, pero quizá la distribución no es de su gusto y lo cambia, para tener, quizá, habitaciones más grandes, un despacho y mucho espacio añadiendo cocinas a salones con luz", explica este hombre que lleva ya más de 26 años en el mundo de la construcción.
Igualmente, ya tiene reformas en viviendas de Neinor para comenzar el próximo 2 de septiembre. "El futuro es incierto, y es verdad, pero hay que verlo con optimismo", señala, porque "si bien hat que tener muchas prudencia y cuidado, no podemos vivir con miedo y encerrados, sobre todo cuando todo el mundo esta diciendo que la nueva normalidad es con lo que hay que empezar a convivir a partir de ahora de cara al futuro".
