Son varias las razones que han llevado hoy a una pequeña representación del comercio ambulante de en torno a un centenar de personas a protestar a las puertas del Ayuntamiento, pero la gota que ha colmado el vaso de su paciencia ha sido la extinción de una licencia por fallecimiento en lugar de traspasarla a la viuda como pedía la familia.
Un ejemplo claro, según Antonio Torcuato, presidente de Comacor, del "acoso, el bullying, el genocidio laboral y los actos discriminatorios y racistas que estamos sufriendo en el colectivo", por parte de los técnicos municipales, los políticos y los agentes de la Policía Local que actúan como placeros en los mercadillos ambulantes.
El hombre falleció recientemente de forma repentina, dejando viuda y dos hijos de cinco y nueve años, respectivamente. Tal y como ha indicado su padre, Manuel Mayo Fernández, ante los medios de comunicación, "de la noche a la mañana me ha ocurrido una desgracia muy grande, se me ha ido un hijo con 29 años, y la licencia de ambulante que tenía mi hijo me la han quitado". En su opinión, es "una injusticia, porque me ha dejado dos nietos ¿y cómo les doy de comer a esos nietos sino tengo puesto de trabajo y sólo teníamos el mercadillo? Que me devuelvan mi puesto".
Según Antonio Torcuato, lo ocurrido es culpa de que todavía no haya ordenanza aprobada, que hubiera evitado esta situación, peto también culpa directamente a la "mala fe" del técnico que recibió a esta familia para solicitar un cambio de titularidad de la licencia. "Me pidió el certificado de defunción para cambiar de titularidad, lo normal, pero me han engañado, porque lo quería para extinguir la licencia; es una trampa que me han hecho".
A su alrededor, el apoyo unánime del colectivo ambulante, que ha asegurado, por voz de Torcuato, que "no vamos a permitir que esto pase".
A eso se le añade, según el presidente, el incumplimiento de palabra por parte del alcalde, José María Bellido (PP), quien hace seis meses, y después de una serie de movilizaciones y de haber tenido varias jornadas sin negocio, los recibió "y se mostró tajante para atajar y no consentir los problemas y los actos discriminatorios que estamos sufriendo en el sector y se comprometió en unas directrices que no se han cumplido".
Entre ellos, la puesta en marcha de mercadillos nocturnos, un convenio sectorial "que está oculto en el cajón de alguien", además de "muchísimos problemas y actos discriminatorios con los técnicos municipales, que están quitando licencias, con la persecución por parte de los placeros", además de que la ordenanza del comercio ambulante no termina de salir "y hubiera evitado la situación lamentable que tenemos con esa familia que han dejado sin licencia".
Se trata de una ordenanza aprobada ya en comisión el pasado 5 de abril de 2021, pro había que hacerle unas modificaciones para adaptarla a la nueva Ley andaluza. Pero a día de hoy sigue sin salir adelante. "Somos más de 600 familias y autónomos que nos merecemos un convenio para estar tranquilos, una ordenanza que llevamos dos años para que se apuebe y la lleven a Junta de Gobierno Local para que esté vigente y nada", ha indicado Torcuato, para añadir que la actual ordenanza es "muy injusta, leonina, antigua y no está acorde con la Ley de Comercio Andaluz, y justo en mitad de todo ha fallecido un compañero".
Otra de las razones por las que el colectivo se siente engañado es porque "nos dijeron que desde el 1 de febrero teníamos un técnico nuevo y eso es mentira, porque Tenemos el mismo que ha utilizado la buena fe y la buena voluntad de esta familia para engañarla". El otro problema son los placeros, es decir los agentes de la Policía Local que regulan el mercadillo.
"Nos acosan y nos sentimos perseguidos por ellos, aplican aplican prácticas mafiosas con nosotros, cuando deberían ser servidores públicos y para regular el mercado, para que nos sintamos cómodos en el mercadillo, que somos los que vamos a trabajar, y para que quien acuda al mercadillo se sienta a gusto, protegida y bien, pero hacen todo lo contrario".
De hecho, durante la protesta apareció en moto uno de esos placeros, quien dejó la moto en la escalera del Ayuntamiento justo delante de los representantes del mercado ambulante, en lo que fue considerado como un gesto de "chulería y provocación", por lo que se produjeron ciertos momentos de tensión cuando los presentes se aproximaron en exceso al cordón policial que había en la puerta del Consistorio para decirle al agente lo que pensaban de él.
De hecho, ha sido la primera vez que se ha tenido que personar la Policía Nacional en la zona con una concentración, si bien se mantuvieron al margen. Finalmente las aguas se tranquilizaron, gracias a la mediación de Antonio Torcuato que calmó un poco los ánimos.
"Nos gustaría que se aprobara la ordenanza y que se agilizara; nos gustaría tener el convenio fuera de ese cajón desde hace mucho tiempo, porque no entendemos por qué no tenemos un convenio como tienen todos los colectivos. Nos lo merecemos. ¡Qué problema hay para tener un convenio con el colectivo de la venta ambulante? ¿Qué problema hay para ponernos unos placeros que hagan su trabajo y que entiendan que somos los trabajadores y que sin nosotros no hay mercadillo?", ha expuesto Torcuato.
En su opinión, "son los cuatro peores años que hemos tenido la venta ambulante", y ha indicado que "jamás habíamos sufrido estos casos, porque hemos sufrido multitudes de problemas raciales, nos sentimos perseguidos, nos han ninguneado en la Navidad y ahora en el Mercado de Primavera, no quieren el comercio ambulante, quieren acabar con él y no lo vamos a permitir, no podemos permitir este acoso".
El presidente de Comacor ya ha avanzado que partir del próximo lunes "vendremos con las furgonetas, y no del¡baremos de salir a la calle hasta que nos atiendan y nos resuelvan nuestras demandas y las de esta familia".
