Andalucía Entre Tod@s (AeT), a través de su portavoz, Manuel Ortega, ha denunciado el estado de abandono en que se encuentra el último kilómetro del carril-bici del Campus de Rabanales en dirección a Fátima y que se encuentra por completo intransitable e inhabilitado debido a la ingente cantidad de vegetación que lo cubre.
Se trata, en palabras de Manuel Ortega, de una actuación que se ha hecho con fondos europeos y que la Administración que los recibió, ya sea la Junta o el Ayuntamiento, "porque desconocemos de quién depende", para esa actividad finalista. Por falta de mantenimiento o por desidia o desinterés, está "comido por completo por la vegetación, matorrales y otras espesuras, a pesar de que se ha realizado una inversión para favorecer un transporte sostenible público y que se pueda llegar en bicicleta y lo que se ha hecho posteriormente es abandonarlo si ningún tipo de mantenimiento".
Precisamente, hace unos años Andalucía Entre Tod@s denunció la misma situación en el carril-bici que une la capital con Villarrubia donde igualmente estaba por completo intransitable.
"Esto nos demuestra que para el PP la inversión pública en servicios para beneficiar a la mayoría lo consideran superfluo e innecesario, mientras que optan mejor por invertir en procesos que favorezcan sólo a una minoría dejando que patrimonio público, que es de todos, acabe arruinándose".
No obstante, Ortega ha indicado que esto de arruinar patrimonio público "es una tónica habitual en el PP de Córdoba", donde existen espacios deportivos repartidos por la ciudad "completamente abandonados después de una inversión de centenares de miles de euros, que acaban siendo millones de euros sumándolas todas", y un ejemplo de ello es el pescódromo del río Guadalquivir, "por completo abandonado y con un claro despreció hacia la inversión realizada allí".
En este sentido, el portavoz de AeT ha recordado que hace unos años se presentó una denuncia en Fiscalía en este sentido en la que no se quiso entrar en profundidad, al considerar que lo ocurrido no incurría en responsabilidad política. "A nuestro entender sí lo hacía, ya que son los diferentes responsables de las áreas municipales los que llevan a cabo dejación de funciones, pero ya se sabe, la justicia en unos casos con unos recortes de prensa es suficiente para investigar a una persona, y en otros simplemente, incluso con pruebas tangibles delante, no se actúa".
Esta desidia administrativa está, en opinión de Manuel Ortega, "en la línea del negacionismo contra la Agenda 2030", que habla de ciudades sostenibles, de eliminar contaminación o de reducir el uso del vehículo privado y contaminante, y "si estas infraestructuras están inutilizables, sólo queda la opción de usar vehículos a motor", con lo que "los parámetros de contaminación suben y el objetivo de reducir el uso del coche desaparece de esta forma".
