La Intervención Municipal ha emitido un informe sobre morosidad comercial del Ayuntamiento en 2022, o lo que es lo mismo el periodo medio de pago a proveedores, en el que el Consistorio suspende por incumplimiento en la mayoría de los meses del año, ya que sólo en tres de ellos (junio, con 29,50; noviembre, con 28,92, y diciembre, con 27,67) se quedó por debajo de los 30 días determinados para no incumplir la norma.
El peor mes fue con diferencia febrero de 2022, cuando se tardó una media de 50,92 días en abonar las deudas con sus proveedores. Mientras que enero, con 42,02 días, también se pasó bastante del límite, al igual que en agosto (41,14) y septiembre (40,25).
En octubre fueron 36,31 días, en marzo llegaron a los 35,51 y en julio fueron 34, 52 días de media.
Para ser justos hay que destacar que hubo dos meses en los que se salieron del límite, pero por una décimas, como fueron abril, con 30,48 días de media para pagar facturas, y mayo, con 30,33.
La media anual, por tanto, es de 35,46 días de media a la hora de abonar la factura a los proveedores.
Las consecuencias de esta situación vienen, por un lado, por el derecho que tienen los proveedores de reclamar intereses de demora y la indemnización por costes de cobro. Pero, además, se puede dar la posibilidad de que sean retenidos ingresos de la participación en Tributos del Estado o de la Comunidad Autónoma para satisfacer la deuda de los proveedores o, incluso, que en el supuesto de que la liquidación presupuestaria se sitúe en superávit, éste se destinará en el caso del Estado, las corporaciones municipales y las comunidades autónomas que incumplan con el pago medio a proveedores a reducir su nivel de endeudamiento neto.
La intervención ha ido realizando su correspondiente informe trimestral, el primero de los que se entregó el pasado 24 de abril de 2022, el segundo el 27 de julio, el tercero ele 28 de octubre y el último el pasado día 27 de enero.
