SEGUNDA PUERTA DE LA MEZQUITA

La amarga resignación de Rafael de La-Hoz

El arquitecto renuncia a recurrir la previsible decisión de la Gerencia de Urbamismo sobre la apertura de la segunda puerta en la Mezquita para la Semana Santa de este año

rafael de la hoz arquitecto
photo_camera Rafael de La-Hoz, durante su comparecencia de hoy.

Se le notaba en los gestos y en el tono de la voz, y también en algún velado reproche. Rafael de La-Hoz Castanys, hijo del arquitecto que diseñó en los años 70 las celosías que guardan las puertas de la Mezquita-Catedral, se mostrado triste y resignado y no va a presentar más batalla para impedir que el Cabildo sustituya el enrejado de madera por una puerta de imitación. Esto es, la segunda de la Mezquita, para facilitar el tránsito de las hermandades de Semana Santa que este año está previsto que hagan estación de penitencia, al menos la mayoría, en el interior del templo.

De La-Hoz no va a recurrir la más que previsible decisión de la Gerencia de Urbanismo de conceder la licencia para cambiar una de las celosías por una puerta. La comisión de licencias se la otorgará la semana que viene, si se cumplen las previsiones. "Termina aquí el proceso administrativo", ha dicho en una comparecencia pública De La-Hoz, quien considera que la decisión de Urbanismo "es consecuente y no puedo impedirla, hasta donde yo se de derecho administrativo".

La frustración y amargura le vienen al arquitecto de otro lado. Según ha explicado, De La-Hoz presentó alegaciones al proyecto de creación de la segunda puerta, al igual que el Cabildo, a la Junta de Andalucía, quien a su vez las transfirió al Ministerio de Cultura y éste hizo lo mismo a Icomos, un organismo que asesora a la ONU en materia de bienes Patrimonio de la Humanidad, como es el caso de la Mezquita. Pues bien, según las explicaciones del arquitecto, y por motivos que desconoce, la Junta nunca dio traslado de sus alegaciones; sólo utilizó las que había enviado el Cabildo.

Pero "a todo el mundo le gusta ser escuchado", ha dicho De La-Hoz, por lo que aunque no recurrirá la decisión de Urbanismo, sí lo hará con la de la Junta de Andalucía, puesto que ha sido "parte inaudita", en el sentido de "no escuchada". Icomos tomó la decisión de permitir la apertura de la segunda puerta analizando una documentación en la que no había "ni un solo papel mío", y eso que el arquitecto pidió expresamente a la Junta que diera traslado de sus alegaciones.

La amargura de De La-Hoz se muestra en una frase: "Quizás para generaciones futuras las celosías merezcan más interés que el que tienen hoy en día". El arquitecto ha pedido que la reja que va a retirarse se custodie en condiciones adecuadas, "cuidándola al máximo". Además, ha conseguido al menos, tras un largo proceso, que no se eliminen todos los enrejados sino sólo uno, lo que le permite una "moderada satisfacción".

A partir de la semana que viene, el Cabildo podrá empezar los trabajos para retirar la celosía y cambiarla por una puerta abatible que imita al trabajo de De La-Hoz -"no me gusta introducir una imitación de la realidad", ha dicho su hijo-. Otra cosa es que tenga tiempo de terminar antes de que empiece la Semana Santa. El Cabildo dispondrá como mucho de un mes y medio para elaborar todos los trabajos, y no es una tarea sencilla habida cuenta de que se trata de un bien patrimonial muy regulado y vigilado. No se trata sólo de colocar unas bisagras.

Según Emilio Aumente, concejal de Movilidad del Ayuntamiento, si no se llegara a tiempo de habilitar la segunda puerta para la Semana Santa "tampoco habría problema" ya que las entrada y salida del templo se haría a través de un único acceso. Con dos la única diferencia es que "sería más cómodo el recorrido", ha explicado.