MEDIO AMBIENTE EN LA CIUDAD

El Ayuntamiento celebra la salida de la alerta por sequía recuperando ocho fuentes ornamentales

El alcalde advierte que aunque haya agua para tres años la ciudadanía debe continuar concienciada para ahorrar
Rafael Carlos Serrano y José María Bellido ante la fuente con agua de Colón FOTO RAFA MELLADO SENIOR
photo_camera Rafael Carlos Serrano y José María Bellido ante la fuente con agua de Colón FOTO RAFA MELLADO SENIOR

El Ayuntamiento de Córdoba ha recuperado esta mañana el restablecimiento del agua en ocho fuentes ornamentales de la capital, entre ellas la de la Plaza de Colón y la Plaza de Las Tendillas, además de recuperar "poco a poco" el baldeo de calles que impedirá que la suciedad se incruste y sea más difícil de limpiar.

Y es que hoy mismo se ha salido de la situación de alerta por sequía y se ha entrado en la de prealerta gracias a las lluvias caídas en enero, febrero y lo que va de marzo, que han permitido que el pantano del Guadalmellato, que es el que abastece para consumo humano a la capital, esté con 74,858 hectómetros cúbicos de agua embalsada (al 51,07%).

Para entrar en situación de alerta es necesario que el embalse este dos meses seguidos por debajo de 45 hectómetros cúbicos y en el caso del Guadalmellato llegó incluso a situarse por debajo de los 40. Esto significaba tener agua para dos años, ya que la media de consumo de la ciudad gira en torno a los 20 hectómetros cúbicos, y de una calidad cada vez peor a medida que se consume lo embalsado en la parte baja del pantano.

Las primera en felicitarse de la vuelta del agua a las fuentes han sido las aves
Las primera en felicitarse de la vuelta del agua a las fuentes han sido las aves

La alerta había dejado sin servicio a las 92 fuentes ornamentales de la capital, y antes del próximo 22 de marzo, se restablecerán 76 de ellas. De igual modo, Emacsa, antes de la primera quincena de abril recuperará otras cuatro fuentes en las barriadas, y, finalmente, quedarían cuatro más que en su vaciado se realizó un estudio y se detectó que tenían problemas, por lo que se repararán para evitar fugas "y en los próximos meses volverán a estar operativas", según ha señalado esta mañana el alcalde, José María Bellido (PP).

Las precipitaciones de los últimos tres meses ha permitido revertir la situación y, de hecho, la capital está rozando ya la situación de normalidad establecida en 75 hectómetros cúbicos. Es lo mismo que decir que hay agua para los próximos tres años. "Tenemos confianza en que si sigue habiendo lluvias en las próximas semanas, salvando la Semana Santa que no queremos estropearla, podemos salir incluso de la situación de prealerta".

Sin embargo, el regidor ha advertido que "no hay que tirar las campanas al vuelto, porque el cambio climático ha venido para quedarse", y, aunque ya ha caído más agua que lo que se recogió de enero a agosto del año pasado, se sigue estando en una situación muy parecida a la que se estaba en 2022, y ya en diciembre de 2023 se entró de cabeza en situación de alerta, y "si no cambiaba la situación podríamos tener problemas en un futuro, no inmediato ni a corto plazo, pero sí cercano".

Fuente sin agua en Córdoba
Fuente sin agua en Córdoba durante el estado de alerta, en una imagen de archivo

De este modo, Bellido ha hecho un llamamiento a la conciencia en el consumo. Cuestión que hasta la fecha ha conseguido un ahorro de agua en la ciudad de un 3,4%, lo que significa que "la concienciación en la ciudadanía ha tenido efecto". Por su parte, el Ayuntamiento, mercedarias a sus medidas, como apagar las fuentes durante la alerta y eliminar el baldeo, ha tenido un ahorro en su consumo del 30%.

Bellido ha avanzado que seguirán las inversiones para que la capital cordobesa "siga siendo de las ciudades que menos fugas tiene en toda su red de abastecimiento, porque estamos rozando la excelencia siendo de las empresas y ciudades más eficientes del país".

Por su parte, el gerente de Emacsa, Rafael Carlos Serrano, ha señalado que la mayoría de las fuentes de Córdoba tienen un sistema de reglamentación, de modo que el agua está constantemente circulando y no se pierde. No obstante, las fuentes del Casco Histórico, al ser más antiguas, carecen de ese sistema y ahí "optamos por reducir el número de horas de funcionamiento y también la presión para que no gastaran tanta agua".

Una de las previsiones que tiene Emacsa es ir acometiendo poco a poco ese tipo de infraestructura nueva para que en esas fuentes antiguas recicle el agua y no gasten tanto.