Visitar el Coliseo implica batalla
Alertó Carrión con el once. Se dejó a la artillería en el banquillo y dio entrada a Alfaro como única referencia arriba en el sistema de cuatro atrás que viene utilizando. El tanteo inicial, largo, puso en evidencia dos cosas: el Getafe CF sería quien mandara. La segunda, que el Córdoba CF trataría de buscar espacios, espaldas y buscar la suerte a la contra. En el Coliseo, impugnado una sola vez esta temporada, habría que resistir.
Dominio madrileño
Unos califas sólidos, de líneas muy juntas, aguantaron sin sobresaltos el primer cuarto y mantuvieron la buena colocación táctica durante toda la primera parte. Fue un equipo serio y cohesionado ante uno de los equipos con opciones de élite, que avisaron en el veinte por medio de Damián Suárez y Portillo, pero que desbarató, atento, Kieszek. Molina, solo, la mandó a las nubes instantes después de moldear la cintura de Bíttolo.
Fueron las primeras grietas que encontraron los azulones, a base de combinar. La rotura la hizo Faurlín, con zurda, en la media luna, a la escuadra izquierda de Kieszek. De falta directa. Un misil que puso el primero. Y desató al Getafe CF. A la media hora, cogió el Córdoba CF sus remos, como tantas veces esta temporada, para la contracorriente, aguantar el temporal de fútbol, de domino madrileño en un mar cordobesista de necesidades.
Falta crónica de poder ofensivo blanquiverde
La más urgente, la de puntuar, obligó a los de Carrión a dar un paso más. Un fallo de Cata Díaz propició un posterior remate de Antoñito que se estrelló en la defensa azulona antes de llegar al descanso. Antes de la estirada, a la cepa, de Kieszek, a puntera de un Jorge Molina indomable para la defensa califa.
Sin embargo, el empate, lo salvó de la línea el Cata en un remate mordido de Pedro Ríos que superó a Alberto García. Así comprobó el Córdoba CF que el Getafe CF era un monstruo que también se asusta. Pero el susto no basta. Ni siquiera el grito estridente de la urgencia, ni el temblor al perdonar de quien no ajusticia. El mal endémico blanquiverde de necesitar un milagro para marcar, y esta vez, con los puntas en la silla. Galán tuvo todo el tiempo del mundo para armar el disparo y la mandó por encima de Alberto al comienzo de la segunda.
La calidad azulona, decisiva
Rodri, el de Soria, entró al campo con algo más de veinte minutos por delante con la tarea del gol. Pero sin control, atacar, estirar el campo, no sirve de nada. Y entre tanto, un balón desahuciado por la defensa blanquiverde, otra concesión en segunda jugada, que le quedó a Chuli en el pico del área. Le aplicó una rosca mortal para hacer la sentencia. También por la escuadra. Imparable para el meta polaco de un Córdoba CF que quedó sin argumentos y sin puntos. Sin freno en su cuesta abajo. Noqueado mientras el Coliseo hacía la ola a orilla de Primera. En vano. En otra salida fatal que terminó antes de tiempo. Justo la variable que se escapa a los cordobesistas para resolver la incógnita de si su situación, la estancia en Segunda, será o no insalvable.
DATOS DEL PARTIDO
Gefate CF: Alberto García; Faurlín, Cata Díaz, Damián (min.75, Peña), Cala; Molinero, Portillo, Chuli, Sergio Mora, Pacheco (min. 64, Jiménez) y Molina.
Córdoba CF: Kieszek; Antoñito, Caro, Deivid, Bíttolo; Aguza, Javi Lara; Pedro Ríos (min.72, Piovaccari), Javi Galán, Markovic
Árbitro: Alberola Rojas. Colegio Castellano Manchego. Amonestó por el equipo local a Chuli. Y por el equipo visitante a Piovaccari.
Goles: 1-0 (min.27) Faurlín.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 37 de LaLiga 1|2|3 disputado en el Coliseo Alfonso Pérez ante alrededor de 10.600 espectadores.