El pianista Michel Camilo, dominicano de nacimiento y ciudadano universal en la actualidad, y el guitarrista almeriense con hogar en todos los rincones del mundo, aportaron ayer el nivel de calidad que el Festival de la Guitarra requiere, y se le presupone, en un concierto inolvidable ante algo más de un millar de personas que disfrutaron de la excelencia de dos maestros en una noche excelente de temperatura a la luz de una luna a punto de llenarse del todo.
Ardieron los corazones del respetable con el 'Spain' de Chick Corea, un clásico en el repertorio de Camilo que ambos incluyeron en su primer álbum juntos del mismo nombre grabado en 2000 y por el que no pasan los años. Porque el de ayer fue el segundo concierto que dieron en Córdoba como dúo hace de esto 19 años. El propio Camilo explicó la razón por la que la capital califal es tan "especial" para los dos artistas, y es que aquí llevaron a cabo su segundo concierto desde que comenzaron a trabajar juntos. Fue en el Gran Teatro justo después de debutar en el Liceo de Barcelona, y eso, a la postre, marca.
Al menos el público que acudió al Teatro ribereño tuvo la deferencia de saber de antemano lo que se iban a encontrar. Ni Flamenco ni Latin Jazz, que es a lo que nos tienen acostumbrados cuando van por separado. No; lo de ayer fue un auténtico duelo de manos y dedos para tejer en la distancia abierta entre ambos en el escenario un rico manto musical en la que se entremezclaban dos lenguas distintas pase a ser la misma voz. Hasta el punto de que hubo momentos en los que no se distinguía quién tocaba qué por la sincronización y la sintonía que alcanzaron ambos.
Pero no siempre fue así. Tomatito no estuvo todo lo fino que es habitual en él. Le costó empezar y hubo notas que se le escaparon. No duró mucho. Basta con ver en directo cómo entra rápido en calor y acaba modelando melodías a las que impone siempre su toque personal, da igual el estilo al que se tenga que enfrentar. De hecho, supo pasear por el Latin y los clásicos con la soltura y la naturalidad que hacen de él un guitarrista de primerísimo primer orden por el que literalmente se dan de tortas para poder verlo actuar... Fuera de España.
Pero es que delante contaba con un guía que hace fácil lo imposible. Porque con el dominicano vuelan palomas sobre olas negras que hunden sus alas de acero en la blanca arena del piano. No son manos lo que tiene; son objetos mágicos que confeccionan composiciones vivas que flotan en el ambiente incluso después de tocar la última nota. Fue por eso por lo que levantaron al público hasta en tres ocasiones para ovacionarlos y por lo que regalaron dos bises geniales; uno de ellos de auténtico ensueño sabiendo coser con hebras invisibles y sin roturas el Concierto de Aranjuez del maestro Rodrigo (que Paco de Lucía conocía tan bien) con el citado Spain de Corea.
Camilo y Tomatito trajeron al corazón de Andalucía y de Al-Andalus el sonido más profundo del Mediterráneo con el Gnossiennes nº 1, de Erik Satie, el romanticismo del cine con su Tema de Amor de la película Too Much o El Cinema Paradiso de Ennio Morricone, sin olvidar el Oblivion de Astor Piazzolla, y se marcharon satisfechos del escenario con el brazo sobre el hombro como dos amigos de toda la vida y Tomatito aferrado a su guitarra como si en cualquier momento alguien se la quisiera arrebatar.
¿El sonido? Bueno, puro, de los que llenan de notas un espacio, aunque esté abierto al cielo. Eso, a pesar de que siempre hay alguien que no sabe estar en los sitios y se toman uno de los mejores conciertos del Festival como una simple reunión de amiguetes para charlar tratando de hacerse escuchar por encima de la música o quien no sabe apagar su móvil haciéndolo sonar con el sonido de AC DC, que no pega ni con cola en una situación como ésta.
Y como todo lo bueno acaba, este domingo el Festival de la Guitarra de Córdoba pone el broche de oro a diez días donde la música se ha adueñado de la ciudad, esta vez, arriesgando con la introducción de estilos más actuales como el denominado Indie, que junto a la música clásica y al flamenco han traído a aficionados y artistas de todo el mundo. Hoy será el turno de Amaral y José Luis Rodríguez, que echarán el cierre hasta el año que viene.
En el Gran Teatro, del guitarrista cordobés José Antonio Rodríguez, ofrecerá el recital 'Manhattan de la Frontera' mientras que los zaragozanos Amaral terminarán con su espectacular directo en el Teatro de La Axerquía, en su escala en la ciudad de su gira 'Nocturnal', a partir de las 23.00 horas.
Concurso de Talento Flamenco
Por otra parte, el guitarrista murciano Blas Martínez se ha impuesto en el Concurso Talento Flamenco de Guitarra de Acompañamiento del Festival de la Guitarra de Córdoba, organizado por la Fundación Cristina Heeren.
Así lo ha dado a conocer este domingo la propia fundación en un comunicado en el que detalla que los aspirantes a este premio tocaron sobre las tablas del Teatro Góngora, para el cante y para el baile, ante el público y ante un jurado compuesto por Niño de Pura --que la noche previa dio un concierto en el mismo escenario--, Pedro Sierra y Eduardo Rebollar, maestros de la Fundación, y por el especialista Manuel Alcántara, miembro del Instituto Andaluz del Flamenco (IAF).
Blas Martínez (Murcia 1992) se ha alzado con el primer premio, dotado con 1.500 euros, trofeo y la 'Beca Acciona' para estudiar el próximo curso en la escuela, tras intervenir con los artistas oficiales, que eran el cantaor Vicente Gelo y la bailaora María Martha Rodríguez.
En segundo lugar ha quedado David Roldán (Valencia, 1988), laureado con 1.000 euros y trofeo; y en el tercero, Pedro Guerra (Málaga, 1987), premiado con 600 euros y trofeo.
La entrega del galardón ha corrido a cargo de la directora del IAF, Mari Ángeles Carrasco; la directora artística del IMAE del Ayuntamiento de Córdoba, Ana Linares; el director de Acciona Construcción Zona Sur, Alberto Marina; y Pepa Sánchez, directora académica de la Fundación, de cuyo trabajo que realiza por la enseñanza y promoción del flamenco dieron muestra tres de sus alumnos de guitarra, la norteamericana Leah Kruszewski, el turco Umut Sarikaya y el malagueño Ángel Doblado, interpretando música de Niño de Pura y Pedro Sierra.
De esta manera culmina la temporada de Talento Flamenco 2017, tras recorrer nueve ciudades andaluzas en busca de jóvenes valores del cante, el baile y la guitarra para apoyarlos en su formación y futuro profesional.
