PATRIMONIO, CULTURA Y TURISMO

El Salón Rico de Medina Azahara reabre este domingo sus puertas a visitantes tras más de 10 años

Las visitas serán los sábados y domingos hasta el 10 de diciembre de 2023, un total de 21 jornadas con seis pases de 45 minutos cada una, en horario comprendido entre las 10.00 y las 14.30 horas
Salón Rico de Medina Azahara
photo_camera Salón Rico de Medina Azahara

El Salón Rico de Medina Azahara reabre este domingo sus puertas a los visitantes, después de más de una década cerrado, dentro del proyecto 'Abierto por obras', un programa de visitas que permitirá conocer el minucioso trabajo de restauración que se está realizando para devolverlo a su estado original.

Tal y como anunció el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, el pasado lunes en una visita al conjunto arqueológico, la reapertura de este espacio de la ciudad palatina "constituye un acontecimiento largamente esperado y demandado tanto por la ciudadanía, como por los especialistas".

De este modo, dicha apertura permitirá conocer de primera mano la evolución de los trabajos del "único salón de recepciones califal de la cultura islámica del siglo X que se conserva en todo el mundo". El consejero señaló que "en ninguno de los países contemporáneos que poseen un patrimonio de este periodo ha podido recuperarse un edificio de estas características".

El trabajo de reconstrucción puede compararse a "recomponer un gran puzzle", cuyo dibujo final es conocido gracias a más de medio siglo de investigación, catalogación y estudio de los atauriques hallados en el yacimiento.

Las visitas serán los sábados y domingos desde el 1 de octubre hasta el 10 de diciembre de 2023, un total de 21 jornadas con seis pases de 45 minutos cada una, en horario comprendido entre las 10.00 y las 14.30 horas.

Historia del Salón Rico

El Salón Rico fue el principal salón de recepciones políticas del califato omeya. Construido por el califa Abd al-Rahman III entre los años 953 y 957, por él desfilaron los principales dignatarios de la época, tanto del mundo islámico como del mundo cristiano.

Por la calidad y excepcionalidad de su decoración labrada en piedra y repuesta de manera concienzuda por diferentes generaciones de especialistas, el Salón Rico es valorado como una de las joyas de la arquitectura islámica a nivel nacional e internacional y del Conjunto Arqueológico de Madinat al-Zahra, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 2018. Es el único edificio cubierto accesible que se ofrece en la visita pública, lo que permite comprender cómo serían las cubiertas del resto de los salones de Medina Azahara.

Este enclave permanecía cerrado a las visitas desde el año 2010 y ahora, gracias a un nuevo convenio de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte con la World Monuments Fund, se reanudarán, mientras se procede a la colocación de los atauriques (elementos decorativos vegetales). Con los miles de fragmentos decorativos aparecidos desde las primeras excavaciones en 1940, el arquitecto Félix Hernández, planteó la reconstrucción de la estructura arquitectónica interna del Salón. Los trabajos de restauración incluyen también la fachada, uno de los elementos que más ha sufrido el paso del tiempo.

VISITA

La visita incluye el conjunto de espacios formado por el propio Salón de Abd al-Rahman III (Salón Rico), el Jardín Alto y el denominado Pabellón Central. El recorrido permitirá conocer a los visitantes las claves de la restauración de este edificio, iniciada en 1950 y considerada una de las restauraciones arqueológicas más complejas abordadas en nuestro país,además del sofisticado ceremonial del califato omeya desarrollado en su interior.

La reapertura supone devolver uno de los emblemas de Córdoba, que permitirá ahondar en el conocimiento del período islámico a través de una obra cumbre de la arquitectura y la ornamentación del mundo islámico temprano. El edificio es uno de los principales atractivos de la visita pública a Madinat al-Zahra, ya que el edificio se inserta en un conjunto extraordinario que también integra un jardín, el mayor espacio ajardinado del siglo X en el Mediterráneo, irrigado por cuatro albercas, de las que se ha recuperado la principal.

En este conjunto se aúnan la arquitectura, el agua y el jardín de una manera que no se había producido antes en la Península Ibérica, y que constituye un claro precedente de los posteriores palacios de la Alhambra.