Estaba claro que el pianista ruso-español Grigory Sokolov era la estrella indiscutible del XX Festival de Piano Rafael Orozco de Córdoba, que se celebró del 7 al 30 de noviembre, aunque también habrá que digan que estaba a la misma altura que Elisabeth Leonskaja, quien cerró la presente edición. Y si hay un dato que así lo indica es la contratación privada de este artista, publicada en la plataforma de contratación del Estado, y que ha ascendido a 31.460 euros (impuestos incluidos), prácticamente el 45% del presupuesto del Festival, estimado en algo más de 70.000 euros.
La contratación recayó en la empresa valenciana Duetto Management SL, de Enrique Subiela Molla, representante, además de Sokolov, del pianista Lang Lang, los directores Gustavo Dudamel y John Eliot Gardiner o la mezzosoprano Cecilia Bartoli, con un contrato que se formalizó el pasado 7 de noviembre y que se publicó en la plataforma estatal 21 días más tarde.
Con Sokolov ha pasado lo mismo que, por ejemplo, con Rosalía en la Noche Blanca del Flamenco de 2019, que costó casi 218.000 euros (prácticamente el 63% del total del Festival) y con diferencia el gasto mayor en este sentido hecho por el Ayuntamiento cordobés. O en 2016 para esa misma noche flamenca la contratación de Tomatito subió a 23.813 euros y la de Argentina, a 30.250, mientras que José Mercé, en 2028, supuso un contrato privado de 21.600 euros.
Hay que reconocer que la programación del XX Festival de Piano Rafael Orozco era todo un lujo, con 11 conciertos protagonizado por 10 pianistas y un dúo pianístico de siete nacionalidades. Sokolov interpretó el pasado 7 de noviembre obras de Purcell /Suite n.º 2, la Suite n.º 4 y la Suite n.º 7), Beethoven (15 Variationen mit einer Fuge Es-dur über ein eigenes Thema op. 35) y Brahms (Drei Intermezzi op. 117).
La primera parte del recital estará dedicada a Purcell, con obras como la Suite n.º 2, la Suite n.º 4 y la Suite n.º 7, y tras el descanso Sokolov interpretará 15 Variationen mit einer Fuge Es-dur über ein eigenes Thema op. 35 de Beethoven y Drei Intermezzi op. 117 de Brahms. El pianista nacido en el actual San Petersburgo (antes Leningrado) Es ampliamente reconocido entre los pianófilos como uno de los mejores pianistas de la actualidad, un artista universalmente admirado por su perfil visionario, su espontaneidad fascinante y su inflexible devoción por la música.
