A poco menos de una semana del arranque de la temporada de caracoles, el pasado día 17, hay buenas perspectivas entre los profesionales que han montado su quiosco en la calle, siempre que las circunstancias no cambien. De hecho, el primer día, viernes, no estuvo muy animado, quizá porque el público no estaba todavía concienciado de que se había abierto la veda de moluscos, pero ya el sábado y domingo siguientes aquello fue una fiesta.
"Desde entonces, vamos a buen ritmo", ha señalado Sara Muñoz Pérez, de Caracolexpress, que está instalada como todos los años detrás de la estación de autobuses. Suele ser habitual que la gente lo coja con ganas, pero, "a pesar de la subida de precios, del tiempo y demás, esperamos mantenernos y que sea una buena temporada; por lo menos, podemos trabajar mucho más abiertamente que en los dos últimos años con restricciones", ha indicado.
Lo que sí es cierto es que los precios han subido, porque todo ha subido. Los caracoles y su preparación requieren de harina, que es lo básico, además de aceite, aliños o el pan. Y todo eso tienen incrementado sus precios.
Aún así, como ha indicado Sara Muñoz, no será una subida muy grande para el consumidor en la cuenta. Por ejemplo, los caracoles chicos del año pasado a éste han subido 10 céntimos; las cabrillas y los gordos y lo que son salsas tradicionales han subido 20 céntimos, y las especialidades, que ya llevan cuestiones más elaboradas, han subido 40 céntimos por tapa.
"Al final vienes a comer y entre toda la cuenta para una persona la subida no llega al euro", ha asegurado la responsable de Caracolexpress.
Donde sí se nota, y mucho, es en la bebida. "Los refrescos están carísimos, y la cerveza este año ha tenido hasta tres subidas". No obstante, al menos en este puesto, se ha jugado un poco con el formato del producto para que al cliente no le resulte tan oneroso. "En vez de poner latas, que salen ya a 1,50 euros, hemos puesto botellas de plástico de medio litro, que se vende a 2 euros, es decir que optamos por dar mas cantidad para que la gente no lo note tanto y la verdad es que la clientela está contenta con eso".
Por cierto que esta año vuelve a no haber concurso. "El año pasado se solicitó, pero no hubo un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Asociación", indica la vendedora. De igual modo, este 2023 seguirá sin haber encuentro caracoleo en La Setas, que venia siendo una de las fiestas tradicionales y más esperadas de la primavera cordobesa.
"Estos años de atrás no se pudo celebrar por las restricciones, y nos gustaría que cuando lo recuperáramos fuera a lo grande", indica. Para ello haría falta ayuda de la Asociación de Caracoleros y del Ayuntamiento, de modo que se pueda ofrecer "algo en condiciones que guste y deje satisfechos a los visitantes".
