Consejos para aumentar la velocidad de la fibra en casa

Ordenador

La conexión a internet en una vivienda es uno de los conceptos más importantes en lo que respecta a la eficiencia doméstica. Hoy en día utilizamos la fibra de forma muy habitual, bien sea en lo relativo a los tiempos de trabajo o a los de ocio. Asimismo, puesto que muchos de los dispositivos del hogar funcionan con red wifi, en especial con el auge de la domótica, aumentar la velocidad de red resulta toda una prioridad. Ante tal realidad, te traemos una serie de consejos que te ayudarán a conseguir que internet funcione a la perfección en tu casa; dejando atrás los problemas típicos como las caídas de red o los tiempos de carga interminables.

Pon una contraseña segura en tu señal wifi

Uno de los problemas más comunes en lo que respecta a la velocidad de fibra óptica en el hogar reside en el uso ilícito que le dan posibles hackers a la señal wifi de nuestro router. Si la contraseña no es la más segura, es muy probable que terceras personas se conecten a tu red de internet y, por ende, la velocidad que tienes contratada caiga en picado. Un problema que conviene solucionar cuanto antes.

De hecho, el primer consejo que te damos es que cambies la contraseña que viene de fábrica. Hay sistemas informáticos diseñados para obtener esta combinación alfanumérica en cuestión de minutos. Por eso, lo más recomendable es que la modifiques y que pongas una nueva; abogando por un conjunto de números y letras que no se te pueda asociar. Es decir, cuanto más aleatoria sea tu contraseña, menos posibilidades de que la averigüen aquellos que buscan disfrutar de internet a tu costa.

Comprueba la velocidad de la fibra

Si no tienes a ninguna persona adherida a tu red y aún así la conexión no es buena, toca revisar cuántos megas reales te está ofreciendo tu operadora. Para ello, existen tests de velocidad en el entorno web que harán una medición precisa para brindarte esta información de manera gratuita. Un proceso que no te llevará más de un minuto y que te otorgará toda la claridad que necesitas en la materia.

En caso de que la velocidad sea pobre (menos de 10 Mb reales no es aceptable hoy en día), es el momento de ponerse en contacto con tu proveedor de fibra. Explícale la situación y, en caso de que estés pagando poca velocidad, cámbiate a tarifas de entre 300 Mb y 600 Mb. De igual modo, si ya tienes dichos contratos y la velocidad no se corresponde con lo firmado, busca otra operadora de fibra óptica que te brinde el servicio que te mereces.

Coloca repetidores en puntos estratégicos

No hace falta que una vivienda sea de enormes dimensiones para que la conexión a internet falle en algunas habitaciones. Con tener paredes de buena calidad es más que suficiente. Ante dicha situación, lo más apropiado es colocar repetidores wifi en puntos estratégicos. Esto ampliará la conectividad del hogar de forma drástica.

Ahora bien, asegúrate de que dichos repetidores sean de calidad. Si te conformas con la mediocridad, al conectarte a ellos nunca tendrás buena velocidad. Una inversión que tendrás que hacer una única vez y que te permitirá disfrutar de internet de manera plena sin importar el rincón de la casa en el que te encuentres.

No pagues de más por la conexión a internet

Muchas de las operadoras actuales aprovechan el desconocimiento comercial de los clientes para fijar tarifas de elevado coste y un pobre servicio en términos de velocidad. Sin embargo, ya hay compañías que están cambiando las reglas del juego y que te ayudarán a gozar de las mejores prestaciones online en tu domicilio.

Por eso, el último consejo con el que te dejamos es que analices en detalle el mercado actual de los proveedores de fibra. Si acudes a las empresas adecuadas, encontrarás opciones como 300 Mb de velocidad por tan solo 25€ mensuales y sin permanencia. Una alternativa asequible y de calidad para que navegar por la red sea una experiencia gratificante en tu día a día.