El sol es una fuente natural de energía, vitaminas y bienestar para el ser humano y la exposición regular a él (de forma controlada) es indispensable para tener buena salud mental y física. Sobre todo, en el caso de los niños, el sol se convierte en un aliado que les permitirá crecer y por eso es una orientación regular el exponerlos cada día a los rayos menos nocivos.
Las personas necesitan disfrutar de la luz solar de forma constante para mantenerse saludables en todos los ámbitos de su vida. El sol es la principal fuente de vitamina D que existe en el mundo y es justo la que permite que el cuerpo sea capaz de absorber el calcio, elemento indispensable para la fuerza de los huesos. Vamos a ver algunos problemas que pueden surgir con un déficit de luz solar.
Problemas físicos
El primer caso que hay que valorar en todo esto son los problemas físicos que se asocian a la falta de luz solar, además de los óseos que son los que ocupan el primer lugar. Los problemas en la piel también son frecuentes y es por eso que conviene atacarlos tanto con la exposición solar como con tratamientos no invasivos como la presoterapia Granada.
Existen ciertos problemas que pueden derivar de la falta de sol, como la psoriasis o la dermatitis atópica, pero la presoterapia se dedica a atender otras áreas como la reducción de celulitis y grasas, alivio para la fatiga y piernas cansadas, el drenaje linfático, e incluso algunos post - operatorios y post – liposucción, por lo que en conjunto ambas acciones trabajan muy bien.
Por otro lado, hay que tomar en cuenta que la falta de luz solar genera un riesgo para el sistema inmunológico, lo que puede llevar a ser víctimas con más facilidad del ataque de bacterias que generan infecciones y diversas enfermedades, incluyendo enfermedades crónicas como algunos tipos de cáncer o diabetes.
La visión es otra área que podría verse afectada porque la degeneración macular avanza con más rapidez en la edad adulta cuando no se recibe suficiente luz del sol.
Problemas de salud mental
Además del cuerpo físico, la mente también puede padecer problemas serios asociados a la falta de luz solar. Incluso para los trastornos más comunes que puede tratar un psicologo Cordoba, una de las orientaciones parte del tratamiento suele ser estar en contacto con el medio ambiente y no someterse al encierro que es tan común en estos días.
Así es cómo afecta la falta de luz solar a varios de ellos:
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Depresión: como la luz del sol ayuda a la producción de serotonina, que controla buena parte del estado de ánimo, recibir poca de ella disminuirá la cantidad de este neurotransmisor.
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Ansiedad: para las personas que sufren de ansiedad, la luz del sol les puede ayudar a mantener la calma por su efecto tranquilizante.
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Trastornos del sueño: para lograr que el ritmo circadiano se mantenga regulado, hay que tener acceso a luz solar, lo que permitirá tener una mejor calidad de sueño y liberarse del insomnio y la somnolencia.
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Trastorno afectivo estacional: este es un trastorno depresivo que tiende a aparecer justo en los meses de invierno que es cuando el acceso a la luz del sol es más limitado. Además de la tristeza, también suele sentirse más fatiga, falta de energía, sueño y dificultad para mantener la concentración.
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Irritabilidad: los bajos niveles de vitamina D en el organismo son capaces de producir un cierto nivel de mal humor en algunas personas.
Efectos negativos en los niños
Ahora bien, en el caso de los niños todo este asunto es aún más complejo porque ellos están en pleno crecimiento y necesitan tener acceso a todos los recursos para un sano desarrollo. Como ya hemos mencionado, la falta de vitamina D produce una deficiencia en la absorción del calcio que no solo es necesario para los huesos, sino también para los dientes, según lo expresan especialistas de una clinica dental Granada.
Tanto en el caso de los más pequeños como en el de los adultos, es provechoso mantenerse en control en el ámbito dental para asegurar que todo marche bien. Cuando no es así, el profesional siempre podrá orientar la mejor solución para la situación presentada, ya sea el uso de implantes, prótesis dentales, periodoncia, ortodoncia, entre otros.
Por otro lado, hay que tomar en cuenta que los niños son mucho más sensibles que los niños en torno a este tema y es por ello que se deben aplicar medidas que contribuyan a su bienestar, como permitirles estar en espacios abiertos, disponer de ventanas en sus habitaciones, entre otros.
Es importante rescatar que los problemas asociados a la falta de luz solar son tan complejos que incluso pueden interferir en su alimentación porque modifica sus ciclos naturales de vida y se proyectan a otras áreas. Ante esta situación, lo mejor es evitar complicaciones y buscar apoyo en un pediatra digestivo.
Un especialista será capaz de determinar si cualquier complicación digestiva es producto de la falta de luz solar o tiene otro origen, como la celiaquía o problemas de alergias a ciertos alimentos. Así mismo podrá tratar dolores abdominales, reflujo gastroesofágico y la ingestión de cuerpos extraños.
Estrategias para afrontar la falta de luz solar
La buena noticia es que no todo está perdido y existen algunas acciones que se pueden implementar para hacerle frente a este problema y que incluyen:
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Fijar espacios dentro de la rutina para realizar actividades al aire libre. Es un buen plan que sean actividades que motiven para que sea más fácil cumplirlas. Mejor aún si están orientadas a la ejercitación física.
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Usar luz blanca dentro del hogar para mantener la casa bien iluminada y así educar al cuerpo a siempre necesitarla.
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Trabajar con un horario en el día a día donde estén bien establecidas las actividades diarias y las horas de comida y sueño.
La luz del sol es fundamental para los seres humanos y es de acceso gratuito, por lo que solo hay que tomar la decisión de recibirla cada día en los horarios que sean más acordes porque hay que recordar que la exposición continua y sin protección puede generar problemas también.
