FOTOGALERÍA: El Gran Juego de la Oca vuelve a llenar de color las calles de Dos Torres
"Se eligió el juego de la oca porque es más fácil de construir que, por ejemplo, un parchís, que es bastante más complicado", al tiempo que la oca se limita a casillas representativas (la Muerte, el Laberinto, el Pozo o el Puente) con pruebas y es más fácil de representar eso a gran escala en un pueblo como Dos Torres. Son palabras del presidente de la Asociación Cultural El Gran Juego de la Oca, Dionisio Cuenca, quien reconoce que lleva ocho meses, junto as su amplio equipo, preparando este fin de semana.
Se supone que la oca es un juego que guarda sus secretillos. De hecho, se supone que en un inicio cada casilla representaba una acción y no se limitaban únicamente a las habituales, de modo que el juego podía ser bastante más largo de lo que se juega en la actualidad y mucho más complicado ganarlo.
Existen tres versiones sobre su origen, según Wikipedia: Podría ser una creación de los griegos durante el asedio a Troya; una teoría que se basa en el disco de Festo, procedente del 2000 a. C., y que podría ser un tablero del juego. Otros piensan que nació en la Florencia de los Médici y que luego se extendió por las cortes de Europa. La última teoría afirma que lo crearon los templarios en el siglo XII inspirándose en el Camino de Santiago (que es la teoría más extendida), y también se relaciona el juego con los buenos constructores en la época de Alfonso I el Batallador.
En el Juego de la Oca de Dos Torres cada casilla representa una prueba, pero nada peculiar, sino simplemente relacionadas con la habilidad y la destreza y siempre físicas, más que de conocimientos. "Dicen que el juego es como la representación de una vida con altibajos, pozos emocionales o momentos de suerte, pero nuestra filosofía es más lúdica y cada casilla es una prueba que cada año es diferente al anterior".
Las pruebas se guardan con mucho misterio y sólo las conocen los jefes de zona, donde hay tres pruebas por zona, hasta un total de 33. "Se guarda todo con mucho celo hasta el día que corresponde conocerlas", explica Cuenca. Tanto es así, que la gente que ha participado ya en alguna de las 10 ediciones anteriores no tienen ventaja alguna sobre los más novatos, porque cada año cambian.
"Nunca son las mismas, tenemos 33 pruebas por año, aunque algunas sí se han repetido con variaciones, pero contamos con un departamento de creatividad bastante bueno y la gente del pueblo colabora mucho, porque cualquier cosa que vean en redes sociales nos la mandan y la podemos aplicar aquí con alguna variación".
Como se ha indicado antes, la organización lleva trabajando en esto desde enero en esto. Son, por tanto siete meses intensos para un sólo día de disfrute. "En eso se parece a una boda, que te pasas un montón de tiempo preparándola para un único día", explica el presidente. Sin embargo, "la resaca emocional que deja el juego no es de un día, porque el pueblo está con mucho ambiente y con ganas dos semanas antes y siguen hablando del juego dos semanas después, y eso es muy satisfactorio".
De hecho, ayer viernes, por la noche fue la inauguración oficial del evento, aunque "el pueblo lleva con ambiente desde hace unos días" y hay un 100% de ocupación en Dos Torres. "Algunos pueblos nos llaman por si queremos contar con ellos para alojar a gente fuera, pero es que la gente quiere quedarse en Dos Torres, porque aquí está el centro neurálgico de la oca y quieren disfrutar el ambiente en directo y todo el rato". Lo cual es bastante lógico.
Preguntado por las similitudes con las Olimpiadas Rurales de Añora, Dionisio Cuenca lo niega en redondo. "En lo único que se parecen es que ambas se celebran en Los Pedroches y en que los equipos llevan camisetas que dan mucho color, pero ahí acaba todo parecido. Por ejemplo, en Añora los participantes conocen de antemano las pruebas y pueden entrenarse antes y en Dos Torres, no.
En cualquier caso, como señala el presidente de la asociación organizadora, la idea final es "hacer comarca" y eso incluye colaborar unos con otros en los diferentes eventos que se celebren en la comarca, y así está apalabrado.
Durante la tarde-noche de ayer, Dionisio Cuenca se rapó el pelo delante de todos los participantes que abarrotaban la plaza de la villa con diferentes pancartas mostrando los nombres de algunos de los 52 equipos que participan: 'Villa Funko'; 'Oca Warriors'; 'Ocayones' o 'Mezclaítos'. ¿El motivo? Participar con la Asociación Contra El Cáncer de Dos Torres. La junta directiva de la Asociación donará 10 euros por cada equipo que decida raparse tras caer en la casilla de la Muerte.
Además, en esa misma casilla se instalarán dos huchas donde se podrán donar a lo largo de las pruebas de forma altruista.
