Noche de silencio y recogimiento, Córdoba vive su 'Madrugá'

Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
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Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte
Hermandad de la Buena Muerte

Llegaron las 00.00 horas y se hizo el silencio en el Centro de la capital cordobesa. Todavía quedaban en la calle procesiones de la tarde del Jueves Santo que ya regresaban a sus templos para dar paso a la 'Madrugá' cordobesa que en esta ciudad está protagonizada por una sola hermandad: la Buena Muerte. Cristo muere en la cruz cuando da la medianoche y los nazarenos, totalmente ataviados de negro, lo acompañan hasta las puertas de la Mezquita-Catedral en silencio. Detrás, su madre, Nuestra Señora Reina de los Mártires trae aires gloriosos en un palio de excelente calidad que rompe con el silencio y aporta el racheo del costalero y ese inconfundible sonido del roce de la bambalina con los varales. Será sólo una, pero vale por 20 y da a Córdoba un toque señero que anuncia la muerte de Cristo.