Las crisis se están alargando en exceso, especialmente para las familias más vulnerables. Por este motivo Cáritas Diocesana considera este año más importante que nunca la colaboración de la sociedad con la campaña por el Corpus Christi 'Amar suma', donde cada ayuda será bienvenida, porque se ha detectado que quienes necesitan de su ayuda "acuden habiendo agotado prácticamente ya las prestaciones sociales".
El llamamiento ha corrido a cargo esta mañana por voz de Salvador Ruiz, director de Cáritas Diocesana de Córdoba, quien, además, ha dado a conocer los principales datos de la labor realizada en 2022 por esta organización que cuenta con el respeto de la sociedad en general. Así, ha indicado que gracias a la labor de los mas de 1.500 voluntarios en las 167 parroquias cordobesas, se han podido atender y acompañar a 28.379 personas.
De ese total, la inmensa mayoría, un 95%, ha sido por motivos de alimentación, un 45% para ayudas en suministros (luz, gas, agua) y alquileres, un 14% por ropa, un 20% para cuestiones de salud, un 8% en materia de educación y un 2% para transporte.
También ha dado a conocer el perfil de quien acude a pedir ayuda a Cáritas y que coincide con el de una mujer joven (entre 20 y 44 años), originaria de España, con estudios primarios o sin estudios y con hijos a cargo. En este punto Ruiz ha querido destacar el crecimiento exponencial de las mujeres en situación de vulnerabilidad (el 52% de los atendidos en 2022 fueron mujeres), lo que conlleva a una "feminización de la pobreza". Y a eso se une la transmisión intergeneracional y la cronificación de la problema, porque "estamos atendiendo ahora a los hijos y nietos de quienes atendimos hace 20 años".
En porcentajes, el 48% de los atendidos fueron hombres; un 62% eran nacionales; con un 30% de entre 0 y 19 años, otros 30% entre 45 y 65 años, un 32% entre 20 y 44 años y un 8% de más de 60 años; un 40% viven en hogares con hijos, un 31% en hogares monoparentales, un 20% en hogares unipersonales; un 6% son de hogares sin hijos, un 2% de hogares sin relación de parentesco y un 1% de personas que ni siquiera tienen hogar.
En materia de formación, el 35% tiene educación primaria, el 32% esta sin alfabetizar, el 16% ha llegado a la ESO, el 14% no tiene formación homologada, un 2% es de Formación Profesional (FP) y un 1% tiene el Bachiller.
En inversiones monetarias Cáritas Diocesana de Córdoba destinó el pasado año 5.103.934 euros en cubrir lo necesario para ejercer su labor de servicios generales y grupos parroquiales, la mayoría "de socios privados", aunque también de fondos públicos a raíz de la equis en la casilla del IRPF, y aportaciones de la Junta, el Ayuntamiento, la Diputación o el Cabildo para la casa de acogida Madre del Redentor. A eso hay que añadir otros 3.343.698 euros de inversión en empleo y tanmbién en cuestiones de cooperación internacional, como ocurre en Tánger (Marruecos) o Picota (Perú), incluidos los 250.000 euros que ya se han enviado a Ucrania para ayuda humanitaria.
De este modo, la inversión global ha alcanzado los 8.447.632 euros a lo largo de todo el pasado año.
Dentro del programa de acompañamiento y ayuda desde los Servicios Generales de Cáritas, 1.188 personas se atendieron en el servicio del ropero; 912 fueron acogidas desde los distintos recursos, 445 de ellos en la UVI social del Programa de Personas Sin Hogar; dentro de la atención a personas vulnerables fueron 369 las personas acompañadas desde distintos proyectos como los de mujer, familias, mayores, migrantes o VIH (Sida).
Finalmente, en el servicio de empleo e inserción laboral, donde tiene un papel primordial Solemccor, hubo 980 personas acogidas en inserción laboral en cualquiera de los recursos de este servicio a través de las Cáritas Parroquiales. De ese total, 301 fueron acompañadas en itinerarios de inserción laboral; 114 participaron en cursos de formación y talleres para el empleo y 162 en situaciones de exclusión fueron a la postre contratadas por la empresa de Cáritas.
Una labor para la que resulta imprescindible el trabajo del voluntariado, como es el caso de Concha Gisbert, voluntaria del grupo parroquial de San Fernando, quien ha comentado que “como voluntaria siempre recibo más de lo que doy a las personas que acompaño, por eso me gusta tanto el lema de este año 'Amar Suma', a lo que yo añado que suma muchísimo".
Su grupo es relativamente reciente, apenas un año de funcionamiento, y en ese tiempo en la parroquia de San Fernando, de Huerta de la Reina, "acompañamos a 65 personas, a las cuales vamos a visitar a su casa y le ofrecemos desde Código QR para necesidades básicas, hasta el pago de alquiler o suministros", ha añadido Gisbert, quién ha animado "a todos los cordobeses a que colaboren económicamente con Cáritas y a que se hagan voluntarios".
En relación a los diferentes actos que se van a llevar a cabo, Laly Ramírez, secretaria general de Cáritas Córdoba, ha destacado la Vigilia de Oración por las personas que sufren pobreza y exclusión, el próximo miércoles, a las 21.00 en la parroquia de San Miguel, a cargo del delegado diocesano, Pedro Cabello.
El jueves, 8, tras de la celebración de la eucaristía de envío para los voluntarios y técnicos de Cáritas Diocesana de Córdoba, se llevará a cabo la gran cuestación, aunque la organización seguirá recibiendo también donativos desde el inicio de la campaña a través de las distintas formas de colaboración puestas en marcha: Número de cuenta ES11 0237 0210 3091 5651 3781 con el concepto Corpus 2022, o número de Bizum 33581.
El domingo, día 11, será la Solemnidad del Corpus Christi, en la que destaca la eucaristía en la Mezquita-Catedral, a las 18.30 horas, presidida por el obispo, Demetrio Fernández González, quien hoy no ha podido estar en la presentación de la campaña por encontrarse en Roma (aunque ha dejado grabado un mensaje pidiendo a los fieles la colaboración incondicional con Cáritas), seguida de la procesión con la Custodia de Arfe por las calles de Córdoba.
