Opinión

Una SUMA incolora e insípida

Después de la puesta en escena de SUMAR de Yolanda Díaz, mi primera impresión es que este proyecto sale ya rendido a  los poderes establecidos antes de comenzar la carrera, ni un solo amago de revertir cualquiera de los derechos y servicios que se han ido deteriorando o desapareciendo en lo que llevamos de siglo y no digamos de aquellos defectos con los que partíamos de fábrica en el régimen del 78.

El acto de SUMAR del 2 de abril no es que me haya desmoralizado, es que me ha producido hasta cierta inanidad, pues me ha parecido tan burdo todo, tan escenificado, tan de marketing, tan vacuo, tan electoral..., de alguien que pronuncia un discurso para no decir nada, pues no se han anunciado medidas, no revolucionarias o de cambio, pues ni siguiera de fuerza transformadora, simplemente parece que Yolanda ha cogido el diccionario de la lengua española buscando palabras bonitas, inclusivas, y las ha lanzado, "es la ilusión, vamos a ganar, vamos a triunfar". Parecía aquello un mitin del Partido Demócrata Norteamericano. Mucho de parafernalia, pero nada sustancial y, sobre todo, nada de qué es lo que queremos ganar, para qué y para quién.

Pareciera que desde el punto de vista transformador y sociolaboral ya basta con intentar movilizar a todo lo que se mueva a la izquierda del PSOE, pero ¿como muleta? Como complemento necesario? ¿Va a subcontratar el presidente Sánchez a SUMAR, a Yolanda como la parte de política social que el PSOE puede asumir sin ningún problema y sin inquietar a las élites de nuestro país? 

El discurso de Yolanda sonó como esos eslóganes de equipos humildes "no pasa nada, la liga está ganada", todo a la esperanza, a la organización de la misma, pero con una impostura que ni siquiera es natural, totalmente artificial, en un país donde todas y todos tenemos litros de cinismo en vena, no es que sea indignante, es hilarante. 

Veamos algunas pequeñas partes del discurso, "en los momentos históricos en los que hay que estar ahí, cuando las cosas de verdad se pueden cambiar", bueno, ya está en el Gobierno, ¿no? "Llevarnos bien", creo que este tipo de  frases forman parte de  un discurso nebulosa para no abrirse flancos a posibles críticas, a posibles cuestionamientos, manteniéndose en ese plano de Teletubbies del que "todos tenemos que ser felices". "Sumar un país", pero, cuál es el país al que nos debemos sumar? ¿Al de la gente que no llega a final de mes? ¿Quienes están en pobreza energética? ¿Al de los trabajadores y trabajadoras que aún continúan trabajando en condiciones indignas y en semiesclavitud? ¿O hay que sumarse al país de Ana Emilia Botín? ¿A qué país de la realidad (no de Alicia) quiere Yolanda que nos sumemos? 

Yolanda aboga por un movimiento/proyecto sin partidos, pues son parte del problema, están mal vistos. Si es así, ¿qué hacemos con los y las notables que había en primera fila? Colau, Mónica García, Errejón, coordinadores generales y autonómicos de IU y PCE, etc. ¿No tienen partidos políticos? ¿No representaban en ese acto a sus partidos políticos? 
Tenían cierta sonrisa en sus mejillas. ¿Sería porque no estaba PODEMOS? ¿El proyecto que es SUMAR o que no esté PODEMOS?

SUMAR, lo dicen en su web, quiere ser esa iniciativa que, a través de un proceso de escucha, sea la que organice la esperanza para que el nuevo país se abra paso. ¿Organizar la esperanza? ¿De quiénes, de unos o de otros? 

Como estamos en Semana Santa, lo mismo es para organizar la Esperanza de Triana.