Opinión

La Economía de Dios: Su Fe a cambio de tu dinero

Las religiones bajo cualquier apariencia o forma, han sido y son, probablemente el negocio más rentable y la fuente de poder y control más eficaz prácticamente desde el inicio de los tiempos.

La historia, los datos, las verdaderas cifras, la verdadera realidad del negocio de poder que hoy es el binomio religión/iglesia, maneja, posee y gestiona, y lo más importante, sus consecuencias y efectos reales. Se hace cada vez más urgente la necesidad de separar y poner fin de una vez por todas la vinculación Religión-iglesia y Estado.

Una iglesia que desde sus orígenes se arroga el monopolio de interpretar las voluntades y la palabra de cada Dios, siempre en convivencia con el poder, garantizando de este modo, una retroalimentacion que permite al poder conservarlo, mientras ese mismo baña de riquezas y privilegios a la primera.

La ecuación es sencilla. Fe a cambio de dinero. Del dinero de todas. Cuanto más dinero mejor, mucho mejor. Un dinero que permite amasar y generar más y más influencia, presencia, capacidad, favores, privilegios, venda y mordaza ante los abusos sexuales a niñas y niños, beneficios y por supuesto, muchos más y más dinero.

La Economía de Dios en forma de un negocio que, a lo largo de la Historia, ha permitido incluso decidir sobre la vida y la muerte, siempre de la mano de quien más tiene, garantizando la sumisión y la docilidad de sociedades enteras, mientras inocula, inculca en ellas la culpa, la penitencia y la resignación a cuenta de un Paraíso futuro a la vez que arrebata el presente.

La Religión como iglesia ha ido tejiendo a lo largo de los años, siglos, círculos y estructuras de Poder que hoy en día le permiten ser el mayor tenedor de bienes inmuebles, controla prácticamente el monopolio de la educación privada y concertada, controla o posee directa o indirectamente medios de comunicación, escuelas de negocio, hospitales, bancos e incluso tienen presencia activa en consejos de administración de empresas.

La ecuación de la Religión es tan sencilla como devastadores para la gente humilde son sus resultados, destinados a maximizar beneficios materiales mientras en la ecuación, la desigualdad, la miseria, ignorancia y resignación aumentan su valor hasta convertir a las masas en una suma cero.

¡Mientras menos tengas, menos sepas y menos puedas, más tendrán, más sabrán y más podrán!