Desde el comienzo de esta crisis sanitaria se está hablando de la pérdida de empleos en la industria, en la restauración y en el turismo. Poco o nada se habla de un sector que hace 20 años era el motor de la economía de muchas comunidades autónomas y que, después de que las grandes superficies les vendieran la globalización para después dejar de comprar sus productos a fabricantes españoles y que los diversos gobiernos hicieran políticas a la carta para estas grandes superficies, ha dado al traste con la Industria textil de nuestro país.
Este sector se apoya en el pequeño comercio textil, el que sobrevive a base de esfuerzo, cuidado de sus clientes y una atención personalizada. Este sector va a ser uno de los que estarán más afectados por la pérdida de empleo debido a su cierre total por el Estado de Alarma, en Córdoba se prevé el cierre de más del 30% del tejido de pequeño comercio con más de 35.000 empleos perdidos. Un sector que ocupa mayoritariamente a mujeres y donde existen 9000 empresas gestionadas en su mayoría por autónomos. Un sector en el su tamaño físico va a ser un hándicap a la hora de la reapertura por las estrictas medidas higiénicas que se van a plantear. Un sector que debe preparar sus campañas a seis meses vista, que ve como sus negocios permanecen cerrados más de un mes en su mejor época de ventas y con gran parte de su mercancía en los almacenes.
En toda España, estas empresas que aún siguen fabricando aquí y que aportan riqueza a sus comunidades han sido las primeras en ponerse manos a la obra para fabricar equipos de protección para los sanitarios, empresas andaluzas con proyección internacional como Carlos Córdoba Camisas, Antonio Gamiz, Chema Blanco, Confecciones Nalo, todas de la provincia de Córdoba, Dolcezza Moda, Fierro Sport, Msa, todas sevillanas Y otras españolas como Lamusa Woman, Dolores Cortés, Olga Santoni, Mino Mora, Egatex y tantas otras que haciendo un esfuerzo enorme se unen al sentir solidario del país, sin publicidad, sin falsa modestia y que además apoya como nunca al pequeño comercio aplazando pagos, permitiendo cambios en sus pedidos. A ellos nadie les da las gracias, nadie va a aplaudirles a las puertas de sus casas y nadie reconoce el mérito y enorme esfuerzo de seguir produciendo en su país, aportando riqueza y sobre todo creyendo que aún es posible hacer marca con calidad, con un gran diseño y apostando por un pequeño comercio que vive sus peores momentos esperando a que el Covid 19 pase, a que todo vuelva a la normalidad mientras se reinventan y redescubren.
Estos son sólo algunos ejemplos de héroes de máquina e hilo, de los que siguen apostando de verdad por Andalucía y por España y si no cambiamos nuestra mentalidad de consumo, de los que pronto quedarán aún menos.
María José Ruiz Aguilar.
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