Opinión

Un giro necesario

Tras 16 meses de actividad política en el Ayuntamiento de Córdoba,  el cogobierno de derechas, al fin,  parece haber entendido que la sociedad les valora en un giro necesario: pactar con todos los grupos de la oposición y alejarse de los apoyos únicos y excluyentes de la ultraderecha. Unos apoyos que a ellos mismos les penalizan en el sentido común de una ciudad que necesita de acuerdos, no de enfrentamientos.

Han sido 16 meses difíciles. Los más difíciles de los últimos años y décadas. Ningún gobierno ni ninguna oposición teníamos manual de usuario para las políticas y soluciones ante lo que hemos vivido en 2020. Sólo hemos reforzado nuestra visión social, el apoyo total a los servicios públicos, sanidad, educación, transporte, servicios sociales, y lo hemos sacado de nuestros programas y argumentarios de siempre. Otra parte ha debido girar hacia ese sentido común general. Aún así hemos tenido que vivir dos olas de contagios y muertes para unir conciencias y políticas de rescate ciudadano en la peor crisis sanitaria,  económica y laboral que conocemos hasta el momento.

En Córdoba ese giro va a tener muy buena recepción y valoración por parte de la ciudadanía. El giro del cogobierno debe servir además para olvidarnos del electoralismo y apoyarnos en el 90% de la población cordobesa que no está de acuerdo en acordar todo lo relevante con el partido ultraderechista.

Algo que echamos de menos en la política estatal. Una oposición responsable y propositiva, no inquisitorial y que abusa del FAKE y el bulo por falta de propuestas. No quiero ni pensar qué estaría pasando en estos momentos si estuviera gobernando la derecha en el Estado, con los apoyos de Vox. Porque la derecha española no es una derecha cualquiera y la ultraderecha los tiene arrinconados en sus contradicciones. La principal es haber abandonado un papel de partido de estado, sumándose al mensaje irresponsable de considerar ilegítimo un gobierno elegido democráticamente, hasta el punto de decir que al Borbón si lo había votado el pueblo. Al más estilo Trump de que todo es un fraude social comunista y conspiratorio.

Un gobierno estatal donde Podemos participa activamente, mal que les pese, y donde el PSOE tiene la oportunidad de desmentir su bagaje neoliberal anterior y demostrar su 'talante' real de izquierdas. Donde una mayoría social y de múltiples ideas y nacionalidades históricas tienen voz y voto.  Y donde este gobierno sólo ha encontrado palos en las ruedas y titulares 'indarianos' como protestas, no como propuestas, desde la bancada conservadora. Una oposición incendiaria, absurda e inexistente, justo todo lo contrario de la realidad municipal en Córdoba, con una oposición constructiva,  propositiva y conciliadora en el momento justo que requiere y necesitan las familias, los negocios y los trabajadores de nuestra ciudad.

Girar es necesario cuando el destino es incierto y preocupante. Centremos nuestros esfuerzos en revertir todo lo posible las tremendas y preocupantes repercusiones económicas de esta nueva fase de la pandemia, mejorando de paso la ciudad de una forma más verde, sostenible y socialmente eficiente. Esperamos que no haya otros giros reaccionarios y bloqueadores en adelante, lo que solo perjudicaría a quien conduce esta ciudad estos cuatro años.