Opinión

La politización más trágica, en el peor momento

Nada merece más esfuerzos y dedicación, en estos momentos de desescalada prudente y en fases controladas, que desde la política municipal, las más cercana, ofrezcamos avances y mejoras a la vida actual de nuestras vecinas y vecinos. En ese sentido, los avances en implantar rentas garantizadas a los más vulnerables, de conseguir los recursos disponibles pendientes del desbloqueo del superávit municipal, de los fondos liberados por la negociación con entidades financieras y fondos extraordinarios provenientes del Gobierno de España y la Unión Europea, son fundamentales para una institución como el Ayuntamiento de Córdoba. Ayer nuestro ayuntamiento, con el trabajo y la responsabilidad de algunos grupos municipales, avanzó en este sentido.

Caben destacar los contrastes de algunos capitulares. En un sentido de responsabilidad, más acorde con la representatividad de un cargo como alcalde o edil de nuestro ayuntamiento, las conversaciones con otras instituciones son palabras mayores.  Sobre movilidad en la ciudad, transporte público, es de elogio la coordinación y la participación demostrada tanto por el señor alcalde y el propio ministro Ávalos. O la cooperación con la delegación de gobierno, coordinando a todas los cuerpos policiales, incluyendo la Policía Local. Importante destacar en este sentido, la colaboración de la Unidad Militar de Emergencia con Sadeco en residencias de mayores, en contraposición a los ataques oportunistas y llenos de falsedades contra nuestro vicepresidente, Pablo Iglesias. Nos preguntamos si las deficiencias y protocolos en la única residencia pública de la ciudad, la residencia del parque Figueroa de responsabilidad autonómica, son responsabilidad de un gobierno estatal con cuatro meses de vida.

En contra de todo lo anterior, no vemos un especial interés en acogerse a cuestiones que son fundamentales igualmente, como solicitar las ayudas recogidas en el plan estatal de la vivienda y el alquiler y a la inversión cofinanciada en el parque de vivienda pública. No vemos declaraciones responsables sobre la ingente cantidad de personas afectadas por ERTE y autónomos, sino al contrario, la utilización partidista de datos tergiversados por intereses que no son éticos, cuando la misma saturación de los servicios sociales municipales se encuentra igualmente en los servicios de empleo.

La preocupante ruptura de la concertación en la ciudad, por tomar parte el gobierno local hacia la postura de la patronal CECO, sin dar más explicaciones ni querer desmentir nada al respecto, demuestra nuevamente esta utilización ideológica y partidista de una institución de todos. Un plan de choque de la ciudad no es un plan de un partido o dos, sino de una ciudad entera. Desde luego, la clase trabajadora toma nota.

Falta de responsabilidad y ética en la manipulación de los datos en concesiones de ayudas sociales de emergencia,  la utilización política de una crisis sanitaria y una tragedia social y económica con una ingente cantidad de fotos, tweets y circos mediáticos. Todo resta a quien gobierna la ciudad, en contraposición con las cosas que se están haciendo de cara a las instituciones superiores, y una lealtad institucional que queda de Skype para adentro.

Preocupan las manifestaciones irresponsables politizadas sin escrúpulos. Las caceroladas de los que no saben ni lo que es una cacerola ni una revolución proderechos. Preocupa que algunos partidos, sin pudor, pierden el tiempo de todos en mociones sin recorrido, sin consenso,  sin aportar nada a la ciudad. Solo siguen una estrategia partidista, de odio, de enfrentamiento. Nada que los cordobeses necesiten. Solo eslóganes de su campaña electoral perpetua.

La utilización partidista de nuestras empresas y servicios públicos, es otro elemento bochornoso. Las premeditadas campañas en redes y medios en estos momentos tan difíciles,  como estrategia de marketing funesto y escandaloso. No podemos aceptar ni respetar que los logos de partidos en sus responsabilidades y actos de una institución como el Ayuntamiento de Córdoba,  insignia de la democracia de este país, se implanten de una forma interesada. Causa vergüenza e indignación esta utilización política.

Pero hay esperanza, entre todos y todas saldremos con responsabilidad y empatía de esta crisis. La ciudadanía cada vez está más concienciada. Algunos seguiremos trabajando por sumar, por mejorar la vida de muchas vecinas y vecinos, desde todas las instituciones públicas, gobernemos o seamos oposición. Aportando. No ponemos palos en las ruedas. Exigimos, instamos y proponemos. Queremos lo mejor para la ciudad, para la gente, para toda la gente.