Opinión

Como el avestruz

Cobardía, ignarancia voluntaria o imprudente prudencia

Esconder la cabeza no es tendencia, no es el ejemplo en tiempos de valentía. Pero esconder la cabeza frente al giro radical, extremo y reaccionario de nuestra sociedad es peligroso.

Una idea es el inicio de un hecho. Estamos viviendo cómo los ruidos de sables, las proclamas de ideas de vuelta, ideas (malas) fascistas, racistas, homófobas y machistas inundan redes sociales, calles y paredes, incluso palabras en los políticos más irresponsables. Y no sólo de los ultras del bulo y el odio, lo peor es de aquellos de la "derechita cobarde" que los amparan, consienten, oxigenan, dan alas... Y mil verbos de acción política más.

Que PP y Ciudadanos, tanto en Córdoba como en Andalucía , se apoyen en ideas malas y en malas compañías contra la democracia y los derechos humanos dista mucho de sus soflamas vacías de libertad y democracia en otros países y otros momentos.

Que PP y Ciudadanos, con una presunta normalidad ingenua, no vean el monstruo que están alimentando es un ejercicio de cortoplacismo y brevedad de proyecto de ciudad, de comunidad y de sociedad. Esta irresponsabilidad les marca y les marcará nuevamente, como en décadas, cuentas y tribunales militares de antaño.

Que PP y Ciudadanos bloqueen y ninguneen propuestas sensatas, igualitarias, humanitarias, avaladas por la amplia mayoría de la sociedad, demuestra claramente que sus objetivos sólo se basan en medidas barométricas o electorales. Es un hecho que la historia de la ciudad, de nuestra tierra, no olvidará esta cobardía y este "egoísmo y ceguera de los aparatos".

Justo en el peor momento esconden la cabeza en el suelo, como el avestruz. Pero el monstruo está ahí y es su responsabilidad, aunque no quieran (o no les interese) verlo. No cuenten conmigo. Contra el fascismo sólo hay un camino.