Opinión

Artículo Periodístico 3.963º: `Las tendencias estéticas y Chéjov'

Hablamos de moda de diseño y de ropa y de vestido y de gastronomía y de viajes, pero raramente nos percatamos de las modas en las estéticas, estilos, tendencias, ideologías.

Es una pregunta grave y grande que me ha surgido muchas veces, desde el fondo de la inconsciencia a la consciencia. Durante décadas, me he debatido en esos que llaman estéticas, estilos, tendencias, movimientos culturales, generaciones, y así, al final, vamos dividiendo la historia en todos los temas culturales, temas que las ciencias no abordan con sus métodos, por tanto, todas las ramas de las humanidades, la filosofía, las costumbres sociales, ideologías, en menor medida los horizontes teológicos...

¿Pero de dónde surgen esos movimientos y tendencias, y, si existen personas y grupos, que están detrás, no sólo para imponer nuevas ideas y tendencias culturales o humanísticas, sino nuevas formas cosmológicas o metafísicas de entender el y al mundo, el ser humano, la sociedad, la economía, la política, etc?

¿Surgió el Renacimiento por causalidad o casualidad, o ambas cosas a la vez, se dieron multitud de factores que hicieron nacer, cientos de variables, pero también, grupos que querían que apareciesen? ¿Lo mismo podemos aplicar al barroco, al neoclásico, a todos los estilos de estos dos siglos de las vanguardias, aplicadas al arte y al saber, pero también, aplicadas a cuestiones sociopolíticas, o que tienen relación con ellas...?

¿Podemos pensar, que si Lutero, implica y manifiesta la “libre interpretación de la Biblia”, es lógico, que si existe un movimiento o tendencia con esas ideas y otras semejantes, que se aplica a la Biblia, es fácil deducir e inducir, que con más razón se puede aplicar ese principio al estudio de la Naturaleza, de la Sociedad, de la Cultura, y, todos y cada uno de los parámetros de la realidad humana, individual y colectiva..., también a las Artes...?

Me he encontrado con un artículo del genial escritor ruso, Antón P. Chéjov, titulado: Efecto de moda, que nos habla de las tendencias en el teatro. No olvidemos que el teatro, antes del cine, era el gran invento del consumo de literatura, de dramática, de casos concretos. Ciertamente, ya lo hicieron los maestros griegos, y, quizás, otros pueblos que se hayan olvidado sus representaciones... porque si los cartagineses copiaban a los romanos técnicas militares, y, viceversa, porqué no iban a hacer lo mismo, en técnicas de entretenimiento y de control social, como es el ocio, la cultura, el teatro...

Nos plantea Chéjov, varias cuestiones, entre otras, que quizás, todas las teorías y dramáticas de lo trágico y lo negro ya se han explotado. Ahora, que como jamás en la historia, nunca una persona normal ha podido y puede consumir tanta ficción, a través de la televisión, Internet, radio, medios de comunicación. Ahora, ha sido el siglo, cuando digo ahora, nos referimos a una etapa histórica de estos últimos cien años.

Nunca hasta ahora el pueblo llano, la persona normal, en su casa y desde su casa, todos los días, si desea puede exponerse a contemplar sinfonías de los grandes compositores, obras de teatro a través de las adaptaciones cinematográficas, ficciones con los sistemas de radio. Y, todos los géneros literarios, de una manera o de otra, se pueden saborear con todas las técnicas y tecnologías actuales de la difusión... Hoy, una parte mayoritaria de la población mundial, ha consumido y consume más ficción, en todas sus formas, que manuales de formación ortodoxa del saber...

¿Pero por qué triunfan y por qué unas tendencias estéticas e ideológicas, y, no otras, porque unas quedan rezagadas en el tiempo, porque cuando pasa unas décadas, parece que se camina hacia otras direcciones...? ¿Puede que en el pasado, hubiese una cierta tendencia irracional o arracional o alógica o antirracional, debido a mil factores y variables, pero ahora, con el enorme poder tecnológico y científico, se pueden dirigir esas tendencias...?

¿Si volvemos al caso del Renacimiento, pongamos un caso, ya de hace cinco siglos y pico, se perciben decenas de vectores, factores, variables, pero esa necesidad de volver al mundo clásico, no es suficiente para explicar, porque no podría haberse dado, sin la imprenta de tipos móviles de Gutenberg, pero tampoco se podría haber producido sin las reformas evangélicas: Lutero, Calvino, Zwinglio y Enrique VIII.

¿Si se podía y podría interpretar la Palabra de Dios o la Biblia, por la autoconciencia, con todos los matices que queramos darle a esa frase o idea, -que aquí no nos podemos detener-,  por qué no podemos pensar lo que queramos en cientos de temas de la realidad, desde costumbres humanas, a concepciones en todos los campos...?

¿El Renacimiento, por sintetizar aquí en una palabra, el Humanismo, que no es lo mismo que el Renacimiento pero se besan ambos, y las reformas luteranas crearon el mundo moderno, la Edad Moderna, es decir, se separó a Dios del mundo, y, el mundo se separó de Dios, en mucha medida...?

¿Ahora estamos entrando en otra etapa, estamos separando al mundo y a Dios, y al ser humano de sí mismo, y nos estamos abocando a un mundo en lo que se denomina la Inteligencia Artificial o Electrónica o Computacional o Informática irá ocupando cada vez, más facetas y más áreas del ser humano...? ¡Sólo es ir dejando tiempo al tiempo, y, además, irán evolucionando esos procesos y progresos...?

¿La pregunta es la misma de siempre, surgirán nuevos movimientos, estas tendencias, por sí solas, o existen, grupos o colectivos o ideologías que quieren que aparezcan y se desarrollen lo antes posible, para llevar al ser humano hacia algún lugar, incluso para reducir la tendencia e importancia del ser humano biológico o especie actual humana en el mundo, o, por mil otras razones...?

¡Señor Chéjov, usted fue consciente, que el teatro no es sólo teatro, el teatro no es puro teatro, el teatro es más que teatro, porque el teatro somos nosotros...!