Opinión

Artículo Periodístico 3.836º: 'Madrid y Azaña, Azaña y Madrid'

Posiblemente no haya español, todavía se puede decir, que no haya reflexionado sobre Madrid, para unos fines o para otros, con unas ideas o con otras, para hacerlo o deshacerlo.

En unos textos escritos por Manuel Azaña en julio de 1920, titulado: Castillo Famoso, publicado en distintas ediciones, nos narra algunos aspectos de su idea de Madrid, de la idea de Madrid.

Posiblemente, reflexionar sobre Madrid sea reflexionar sobre España, lo español, lo hispánico. Es siempre buscándonos la esencia. No se entiende, ni desde ojos de dentro, ni desde ojos de fuera, cómo los que habitamos estas tierras, generación tras generación, los que nos hemos amamantado de estos terruños y viñares y lagares y aire y sol y tierra, siempre estamos planteándonos las mismas preguntas y las mismas cuestiones... "qué somos, qué hemos sido, qué debemos ser".

Dicen, que estas preguntas están con nosotros desde hace siglos. A mí me parece, que una razón y raíz de esta cuestión, sin negar otras, es que estuvimos muchos siglos conviviendo las tres famosas culturas. Y, la realidad es que eso llevó siempre a preguntarse lo que somos, lo que somos, cada individuo y grupo dentro de sus comunidades sociales-religiosas, y, al mismo tiempo al lado de las otras. Creo y estimo que ésta es una de las raíces y razones y causas, de que siempre estemos preguntándonos que somos y que queremos ser.

Cierto es que desde que Roma conquistó la Península y la hizo una o dos provincias de la República Romana y después del Imperio, y, pasando después por los visigodos, como unidad de España, y, pasando después por todos los vericuetos, España siempre ha deseado y ha anhelado, en la mayor parte de las personas que la han habitado ser una unidad. Porque la unidad era la unidad sociopolítica que permitía defenderse, durante siglos, de todas las presiones externas e internas –evidentemente, con toda la complejidad histórica de cada momento y época–.

De alguna manera, todo ser humano es un enigma y un misterio, toda ciudad sucede lo mismo, ciudad o pueblo o aldea. Todo lugar, desde el Neolítico, donde habitan hombres lugares concretos, sedentarios y sedentarismo –no debemos obviar y olvidar, que milenios antes, posiblemente, hubo asentamientos en cuevas y grutas, que pudieron ser habitados de seguidos siglos y miles de años, por diversos grupos humanos, durante la prehistoria-. Esa necesidad de habitar un lugar, y ser habitados por él. También una ciudad es un misterio y un enigma.

Al final, Madrid, era el centro político hasta hace dos siglos de una España definida a sí misma como las Españas. El concepto de colonia español histórico, con todos los matices que se quiera, no ha sido el mismo que el que tenían otras metrópolis con sus colonias. Para España los territorios de alta mar, eran tan España como La Mancha o Andalucía. De ahí, que todo lo que existía en la España Peninsular existía en cualquier otro territorio de esas Españas del Atlántico y de Filipinas. Recordar esto es necesario, porque se ha olvidado. Es más, en algunos territorios de la Península de Extremadura o de Castilla la Nueva, muchos habitantes podrían vivir, quizá peor económicamente que en muchos habitantes de América del Sur.

La realidad es que los que habitamos este suelo, nacemos en él, habitamos en él, somos un enigma para nosotros mismos. Quizá, también agravamos esas dudas, porque siempre nos estamos planteando mil problemas, que de alguna manera, otras naciones-Estados de Europa, no lo hacen tanto. Madrid es el poblachón manchego, el dique de todas las Españas, y de todos los corazones de España. Nadie se siente extranjero en Madrid.

Madrid, con todas las vicisitudes de la vida, acoge a todo corazón y carne y alma que llega. Madrid no se siente superior a quien llega, nadie de Madrid, se siente superior a quién arriba a sus aires y suelos. Porque la inmensa mayoría de personas que habitan y han habitado en Madrid, como los de Nueva York, como los de Buenos Aires, la generación anterior o la anterior a la anterior o la anterior a la anterior de la anterior, al menos, una persona, por no decir dos, nacieron en otro lugar de la península ibérica, o, de fuera de esta península...

Madrid tierra de la villa y corte. Han llegado muchas personas, no a todas les irá bien y les habrá ido de rosas y azúcar y plata, porque aquí los perros no están atados con longanizas, como en ningún lugar. Pero es obvio y evidente, que muchos han tenido el sueño de Madrid, unos lo han cumplido marchando a esta ciudad, otros, siempre soñándolo.

En el terreno de las artes y ciencia y letras y economía y de la política. En el terreno de la cultura y del saber miles de personas y de autores, de una actividad artística o de otra, han paseado por sus bibliotecas, facultades, universidades, tertulias, cafés, periódicos intentando tener un lugar en la cultura de Madrid, porque si se alcanzaba un nombre en la Cultura de Madrid, se alcanzaba en toda España...

Azaña, Azaña el de Alcalá de Henares, Azaña el que estudió en El Escorial, muchos años. Azaña de Madrid y en Madrid, nos narra algo de Madrid, nos narra algo de España al narrarnos algo de Madrid, nos narra algo de Madrid al narrarnos España. Azaña y de Azaña que esperamos las obras completas de sus escritos y artículos. Azaña ese espejo tan complejo...