Opinión

Artículo Periodístico 3.813º: 'Nadie te pide una columna periodística'

Es un tema común y general entre los columnistas contratados por los medios, que estos están esperando el artículo a tal hora como máximo. De vez en cuando suena el teléfono…

Ahora sería el mensaje a través del móvil, pidiéndole al periodista o al columnista que termine el artículo o la columna o la noticia para poder publicarla. Cuando era en papel, existía una hora máxima de entrega. Ahora, que masivamente es en Internet, pues también existe una hora de entrega, aunque es más flexible. Se puede enviar de forma más sencilla, pasó aquel tiempo, que el motorista iba de casa en casa de los articulistas pidiendo su ristra de palabras formando un pequeño regimiento de ideas. Para salir al día siguiente, como la flor que ha endulzado el cielo atravesada por los rayos del sol.

Pero hay, también, es necesario indicarlo, cientos de columnistas, que publican en diversos medios digitales, especialmente, digamos, nadie se ofenda de barrio o de provincias o comarcales o regionales. Que no tienen ningún contrato de estipendio con el medio o la productora de ideas y noticias e interpretaciones e informaciones que son los periódicos. Que estos solo disponen de un acuerdo sin dinero, de publicar y ser publicado. Por lo cual, por lo general, hasta donde sé, existe una mayor libertad, a y en todos los sentidos, entre el medio y su promotor-a, la dirección y el articulista…

Puede producir una columna cada varios días, y, enviarla y por lo general, se publica, o puede, retrasar una cada semana o cada diez días. Diríamos que existe incluso más libertad de temática, evidentemente siempre existen diferencias entre unos medios y otros, las circunstancias, las situaciones, las personalidades de las directivas y de los articulistas. Pero, es común pensar, que entre el articulismo de los medios de provincia, existe más libertad para estas personas y estos artículos, que en los medios nacionales o grupos de medios regionales.

¿Por qué y porqué de ser cierto esta idea o concepto o sugerencia, existe más libertad para los articulistas de provincia, diríamos de esas personas que por lo general, no disponen de contrato con remuneración económica, que los columnistas de medios nacionales…? Posiblemente, porque toda la industria de la comunicación, en estos casos es más libre, no está tan presionada, desde distintos órdenes y poderes de la realidad. No tienen porqué estar tan politizados.

Hay quién piensa, que la gran tradición del articulismo literario que nuestra sociedad y país, lleva arrastrando, desde Larra y Mesonero Romanos y Pardo Bazán, en los grandes medios nacionales, están más condicionados por las noticias políticas y económicas, y, en cambio, los medios provinciales y regionales, tienen más libertad, y, por tanto, hoy se está produciendo más columnismo literario y de opinión personal en medios provinciales.

No negamos que en los nacionales, ponen sus letras electrónicas las grandes firmas de literatos y escritores y catedráticos. Pero quizás, en los periódicos digitales provinciales hay más libertad de temáticas, más tolerancia por parte de todos, más permisividad, más abiertos los horizontes…

También hay quién piensa, que en los medios provinciales, el articulismo es más libre en el número de palabras, ahora se mide por caracteres. Los medios nacionales, desde luego, publican artículos y columnas y microcolumnas, de distinto tamaño de expresión y cantidad de palabras, por tanto, de ideas a publicar posibles en cada artículo. Pero en los medios locales y provinciales, pues están más abiertos a distintas posibilidades de tamaño. Dicho de otro modo, las microcolumnas, de menos de quinientas palabras abundan más en los medios nacionales y en los grupos de comunicación regionales…

Pero también hay que indicar, que existen, cientos, cientos de columnistas que publican, que llevan poniendo sus palabras en medios provinciales, locales, regionales, comarcales. Llevan besando palabras a los papeles electrónicos, un año o cinco o diez o veinte o treinta, que llevan cientos o miles firmadas con sus nombres, que están esperando… una llamada, una voz, un mensaje electrónico que les diga, una frase muy simple: “le interesaría a usted publicar en nuestro periódico nacional…”.

¡Pero en esto, en esto también, se cumple el axioma evangélico: muchos son los llamados, pocos los escogidos…!