Opinión

Artículo Periodístico 3.652º: 'G. Garabito: Intentar comprender/entender'

Un escrito, pequeño o grande, es simplemente, un intento de intentar entender y comprender el mundo, algo del mundo, empezando desde el interior.

A veces, pienso que todos los saberes, sin entrar en que existen metodologías diversas y diferentes, y, desde luego, distintas formas de medir si son verdaderos o si son negativos o erróneos o falsos, lo que intentan es simplemente mostrar entes y entidades de todo tipo –verdades o errores, certezas o descertezas–.

Creo que te encuentras por la calle con una persona, hablas cinco minutos con ella, dialogáis sobre un tema, y, de alguna manera te está expresando 'un estado de conciencia' –en sentido estricto filosófico–, y, 'un estado del mundo'. Te está ofreciendo una interpretación de lo exterior y lo interior. Un articulista periodístico es una especie de dialogador y dialogante con el mundo desde su interior y desde el interior hacia el exterior-mundo.

Me he encontrado, en esta serie sobre el articulismo hispano que estoy realizando, de y desde estos dos últimos siglos, con un articulista y como indica en su Twitter: "Especialista en ideas generales" con Guillermo Garabito, que está intentando montar y hacer volar una Fundación para difundir la cultura y la Cultura, en nombre de su notable abuelo Godofredo Garabito, hombre de diversidad de pianos y teclas culturales. El nieto redacta una columna, titulada: Negroni y rosas, el 25 de mayo del 2023 en Zenda, en el que nos ofrece una definición, creo muy profunda y esencial del articulismo: "Un artículo de opinión son croquetas de ropa vieja hechas con lo que sobró de la actualidad de ayer y lo que vendrá mañana". (No sé si el concepto-idea-palabra-vocablo-término de Negroni, tiene referencia al libro sobre David Gistau, lamentablemente fallecido hace unos semestres...).

De todas las definiciones y descripciones que he encontrado en estos centenares de artículos que he redactado en general, y en particular, de los articulistas y de la esencia del artículo, con connotaciones esta palabras del viejo maestro F. Umbral, FU, cuándo indicaba que en su adolescencia y juventud y primera madurez leía los periódicos que le llegaban, para intentar descifrar la esencia del artículo. Y, creo, que al menos, una gran autovía y autopista del articulismo descubrió. A veces, pienso de Umbral, que si se juntasen todos los artículos escritos, en un solo libro, o una gran selección, sería algo semejante a La/En Búsqueda del Tiempo Perdido de Proust, quizá En Busca del Espacio Perdido –aquí dejo esta sugerencia en forma de paloma de paz...–.

Creo a veces, que la sociedad-humanidad-especie biológica y psicológica, que denominamos 'bípedos racionales con alma', ha inventado el columnismo como una forma o manera entre el diálogo en la calle, o en el salón de una boda, o en una tanatorio esperando, y el libro o texto académico y universitario o si se quiere el artículo científico. En ese medio está el artículo, entre la lengua normal y el artículo científico-académico-universitario –sea en forma de tratado, libro, manual, artículo, conferencia académica–. En ese medio e intermedio nos movemos todos los articulistas periodísticos –digo yo, que no es vanidad y soberbia, yo, considerarme de ese gremio, aunque apenas tenga visitas o audiencias mis palabras, y, desde luego, nadie me remunera ni con dinares-dólares-euros..., solo con las gracias, cosa que agradezco...–.

Expresamos en ocho por cien palabras, las alegrías y las penas, de uno mismo, camufladas de mil modos, y, las alegrías y penas de grupos y colectivos y de la sociedad, e, incluso las penas del Estado, las alegrías y penas del Estado –porque pienso que ese Ente Jurídico Sociohumano, también siente penas y alegrías y sufrimientos y angustias y felicidades y sosiegos...–. Porque el Estado somos una enorme escultura de nosotros mismos, quizás, cada uno aporta una coma o una letra o un signo. Somos tantas cosas, somos en tantas cosas...

A esta altura de mi vida-existencia que he cosechado tantos fracasos culturales, no escribo artículos para lucirme, sino que el artículo es un género o subgénero literario-filosófico-ensayístico, sobre mi modo de ver y entender el mundo –que es la herencia de decenas de tradiciones, no pongo originalidad-innovación, todo es tomado del ambiente, sólo selecciono material y no sé por qué y porqué–.

Y, bajo esa realidad y esa impronta, escribo porque no tengo más remedio, esto es una especie de síndrome o enfermedad. Es lo que he hecho durante toda la vida –escribo con palabras y con colores, ciertamente, otras realidades también he realizado...–. E intento no caer en vanidades o soberbias o envidias o en distintos errores, aunque no se lleve, busco trozos de realidad con verdad y veracidad y verosimilitud y bien y bienes y bondad y belleza y racionalidad y prudencia y sentido común...

No cito o menciono artículos concretos de articulistas concretos, para hacer de ellos una escultura destrozada de comentarios negativos. Pienso que se caza más palomas con azúcar, miel, trocitos de maíz que con veneno y ácido y vientres abiertos. Hoy, le ha tocado, mencionar a este escribiente-escritor-polígrafo-articulista, Guillermo Garabito, para aprender y aprehender algo de él, y, también, indirectamente, dar un homenaje, un recuerdo a su abuelo y a la Fundación que está intentando que emerja de la Castilla profunda de siglos, de los sueños y desvelos y resueños de Castilla y de la Castilla profunda. Paz y bien.