Opinión

Cuando Aina Vidal señaló los privilegios del Fútbol

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La polémica está servida. Quién no se ha enterado. La selección de fútbol masculina se ha vacunado. "¿Con la buena o la menos buena?“, "a la carta", contestó Uribes mientras se disponía a colgar el teléfono. Así ha sido. La Federación propone y el Ministerio de Sanidad dispone. ¿La justificación? La imagen de un país, lo simbólico. Que pensarían de nosotros y nosotras si cinco futbolistas españoles contagian a jugadores de otro país. Y nadie se ha preguntado cuál es la imagen de país que se proyecta cuando vacunas antes a la selección de fútbol que a las personas con enfermedades crónicas. Aina Vidal sí se lo ha cuestionado, y hasta el "Comité de Expertos" del Chiringuito se ha pronunciado y con testosterona sentenciaron.

Ahondemos un poquito más en lo simbólico. ¿Por qué se ha abierto la polémica con la selección y no con los y las atletas que participarán en Tokyo? Para participar en los Juegos Olímpicos era obligatorio la vacunación de sus participantes, para la Eurocopa no. Pero la chapuza de la polémica viene cuando un jugador, Busquets, da positivo y se pone en marcha toda la maquinaria para la vacunación. "Una urgencia, llamen al ejército, hay que vacunar a la selección de fútbol", gritó Carolina Darias a Margarita Robles en mitad del debate en el Consejo de Ministros. 

Sigamos. Para entender el mosqueo de la gente no podemos olvidar que la concepción popular de los futbolistas como personas privilegiadas. ¿Os acordáis de Mata en Salvados reconociendo que vivía ajeno a la realidad y que no sabía lo que era pagar una factura de luz? Pues ese es el nivel. Imaginemos para aquellos (much@s) que tienen que hacer la cuenta del pobre y pagar cada mes el recibo de hace tres. A esto se une a la vacunación a la carta y todos los medios desplegados. Si querían venderlo como algo previsto, contaban con el peor guionista. 

¿Quién dijo que la imagen de un país se muestra en la representación o el fútbol y no en mantener y proteger sanitariamente a los más desprotegidos frente al covid? Vuelvo a insistir. En una pandemia, cuando la enfermedad puede suponer la vida o la muerte, donde queda la representación, el simbolismo de un país, y en qué lugar dejamos a nuestros vecinos y vecinas que viven con una enfermedad crónica. Si después de una pandemia mundial no hemos sabido distinguir lo urgente de lo prescindible, es que no hemos avanzado nada. Prefiero la imagen de un país vacunando a su gente que a la celebración de un trofeo por dar "patadas a un balón". Guiño, guiño, Aina Vidal. No estás sola.