Opinión

La historia que hay detrás de un terrible accidente

Estado en que quedó el coche tras ser embestido por detrás por una furgoneta de reparto FOTO CANAL SUR TELEVISIÓN

Al margen del horror que provoca la imagen del estado en que quedó el vehículo donde iba la chica de 18 años muerta ayer por la noche en Montoro, con otros cinco heridos más (está cogida de Canal Sur Televisión), detrás hay una historia de las que puede llegar a provocar rabia e impotencia ante los efectos de una crisis sanitaria-económica que deja patente las necesidades que hay en determinadas zonas de la capital cordobesa.

Según fuentes familiares de una de las personas heridas, la furgoneta siniestrada viajó hasta Montoro porque sus ocupantes tenían constancia de que el reciente descarrilamiento del tren de mercancías de Mercadona había dejado los alrededores repletos de productos alimentarios que se iban a echar a perder. Acudieron hasta el lugar por necesidad, ya que viven en una de las zonas más pobres de la ciudad, que no se va a citar en este artículo para no insistir ni afear más su nombre, y el boca a boca también llegó allí con promesas de una mesa llena al menos durante unos días.

Habían llenado ya la parte de atrás de la furgoneta, ésa que al final quedó literalmente como un acordeón y en la que viajaban tres chicas jóvenes entre 16 y 19 años, por lo que ya regresaban a Córdoba cuando al incorporarse a la autovía fueron embestidos por detrás por otra furgoneta de mayor tamaño que pertenece a la empresa de reparto Tipsa y cuyo conductor también se encuentra en estado grave.

El impacto fue tan brutal que la joven de 18 años que estaba sentada detrás más a la derecha falleció en el acto, mientras que la que estaba en medio de ambas, de 16 años, y cuyos padres conducían la furgoneta, se encuentra literalmente debatiéndose entre la vida y la muerte en el Hospital Universitario Reina Sofía con demasiados órganos vitales afectados tras dos intervenciones de urgencia a lo largo de la madrugada del viernes al sábado. La tercera, de 19 años, ha logrado salir de la extrema gravedad tras comprobar que no tiene heridas internas como le ocurre a la anterior, de la que es amiga.

Son historias que explican los motivos de una situación impactante y que sacan a la luz la realidad de que sigue habiendo gente que se ha quedado atrás tras dos crisis del sistema económico occidental, ya fueran por el reventón de una de esas burbujas que se crean para inflar números (pero no realidades), o por una pandemia sanitaria que sigue afectando al mundo entero, por mucho que un colectivo determinado crea tener el derecho a ser 'libres' para no llevar mascarillas y a abrazarse a quien les dé la gana (¡faltaría más!).