Opinión

Derecho a descansar, derecho a la salud

La pandemia ha dejado muchas ganas, muchísimas, de volver a la normalidad a la que estábamos acostumbrados. A esa normalidad aceptable y a la que era mucho menos aceptable. Lo digo por la felicidad compartida a altas horas de la madrugada que antes ocurría en vísperas de festivos y desde hace algunos años ocurre casi cualquier día.

Supongo que muchos habremos visto en televisión los grandes macrobotellones de jóvenes, y no tan jóvenes, que han terminado en algaradas más o menos violentas en grandes ciudades de nuestro país. Cuanto más violenta, más interés televisivo, ¡que no pare el show! Una vez pasada la novedad, ya no salen en televisión y parece que ya no ocurren, pero siguen ocurriendo y no tan lejos.

Los botellones y agrupamientos masivos de gente bebiendo en la calle siguen ocurriendo no en lugares aislados sino en lugares habitados como, por ejemplo, muy cerca de mi casa, alrededor del parque Juan Carlos I en Ciudad Jardín. Si quieren divertirse entre las 02.00 y las 04.00 de la madrugada prácticamente cualquier día de la semana pero, en especial, las vísperas de festivo, ahí tienen un lugar muy concurrido. Podrán, sin lugar a dudas, gritar, cantar, aullar, rebuznar y decir cosas incoherentes sin que nadie les diga nada. Todo lo más se encontrarán con algún vecino que se atreverá a gritar que se callen o a alguien que intentará alejar a algún grupo con algo de agua en cantidad, pero poco más.

A no ser que tengan la mala suerte de que se produzca una pelea y se vean metidos en ella, nadie con autoridad va a aparecer para que abandonen el lugar. Se lo aseguro.

La falta de sueño puede provocar obesidad y síndrome metabólico

Hace unos días me preguntaban si era verdad que dormir más de siete horas adelgazaba. En realidad, no es eso, sino todo lo contrario, que no dormir suficientemente es un gran factor de riesgo para desarrollar obesidad y otros graves problemas de salud.

Muchos de los estudios que relacionan las horas de sueño con el peso o la obesidad demuestran que dormir pocas horas aumenta la posibilidad de aumentar de peso. Eso se debe a que cuando estamos en vigilia la ingesta de comida es mayor. Todos tenemos los alimentos al alcance de la mano, así que dormir poco supone que aumentan las horas en las que podemos ingerir algo a la vez que gastamos muy pocas calorías si, además, mantenemos hábitos de vida sedentarios.

Por otro lado, mientras dormimos, nuestro cuerpo se encuentra en una situación de metabolismo basal por lo que consume menos calorías que durante la vigila. Sin embargo, el cuerpo se encuentra en una situación de ayunas ya que no hay ingesta calórica. Así que sí, poder dormir siete u ocho horas al día ayuda a perder el peso, o, al menos a no ganarlo. Eso sí, no sirve de nada si tomamos demasiadas calorías durante la vigilia.

Hay otro aspecto a tener en cuenta. Cuando se duerme suficientemente, al despertar, nos levantamos más descansados. Pero en el caso de falta de sueño, durante la vigilia, estamos más cansados por lo que realizamos menos actividad física por lo que, de forma neta, el gasto energético, es menor.

Y todo esto no solo ocurre en personas mayores sino que los estudios han demostrado que incluso en niños pequeños, no poder dormir está relacionado con un mayor índice de obesidad.

¿Qué es lo que ocurre exactamente en nuestro cuerpo cuando dormimos?

Cuando dormimos, el metabolismo del organismo pasa a un nivel de mantenimiento por decirlo así. En ese nivel de mantenimiento va consumiendo energía para aquellas actividades encaminadas esencialmente a reponer y restaurar los órganos y tejidos. Además, el cerebro mantiene una actividad bastante elevada en un proceso en el que se cree que se establecen nuevas conexiones entre neuronas y se activa la plasticidad neuronal, ello requiere de energía para las neuronas. Digamos que, desde el punto de vista metabólico, dormir permite reestructurar los tejidos y los órganos. De hecho, como durante más de 7 u 8 horas no se produce ingesta alguna de calorías, el cuerpo entra en ayuno y las células y tejidos utilizan las estructuras celulares inservibles para eliminarlas y repararlas.

La importancia de dormir es tal que ese tiempo es necesario para que las neuronas puedan eliminar estructuras innecesarias o dañadas dentro de ellas. De hecho, la carencia de sueño ha sido asociado con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.

La falta de sueño es un problema de salud pública

Aparte de todo lo relativo a las problemas de obesidad, ni que decir tiene que la pérdida de sueño provoca problemas psicológicos como ansiedad, depresión, o cambios en el estado anímico.

Pero la incapacidad de conciliar el sueño también se ha asociado con procesos inflamatorios asociados con estrésenfermedades cardiovasculares, y otras muchas enfermedades como problemas gastrointestinales, inmunológicos, dermatológicos, endocrinos e incluso reproductivos.

Los estudios científicos son claros e indican que el que no puedas dormir adecuadamente no sólo provoca que psicológicamente estés muy fastidiado y arrastres cansancio y mal humor todo el día, sino que también puedes estar generando o agravando un gran abanico de enfermedades.

Ahora imaginen si no es por ustedes sino porque les fastidian el sueño día sí y día también una serie de personas que se lo están pasando requetebién. ¿Lo considerarían un problema de salud pública? Yo, por supuesto, que sí.

Sí, hay una normativa que se puede aplicar

En Andalucía existe una ley, Ley 7/2006, de 24 de octubre, sobre potestades administrativas en materia de determinadas actividades de ocio en los espacios abiertos de los municipios de Andalucía que regula el consumo de alcohol en los espacios abiertos, es decir, nuestras calles.

Yo considero que esa ley está mal redactada o no se aplica como se debiera. En su artículo 6 indica lo siguiente:

Se consideran infracciones muy graves:

1. Las infracciones tipificadas como graves cuando se produzcan situaciones de grave riesgo para los bienes, para la seguridad e integridad física de las personas o para la salud pública.

Pero en el artículo 8 se indica lo siguiente:

Constituirán infracciones leves: 1. La permanencia y concentración de personas que se encuentren consumiendo bebidas o realizando otras actividades que pongan en peligro la pacífica convivencia ciudadana fuera de las zonas del término municipal que el Ayuntamiento haya establecido como permitidas.

Y el artículo 8.2 habla de dejar todo lleno de basura, hacer las necesidades fisiológicas en cualquier lugar, el consumo de bebidas alcohólicas por menores de 18 años y algunas cosas más respecto a actividades que perjudican la vida de los demás y que también ocurren.

Así que, sí que hay una normativa que se puede aplicar ya que debería estar muy claro que todas las actividades que impiden a los vecinos de los alrededores de uno de esos lugares de concentración que no pueden conciliar bien el sueño están poniendo en peligro la salud y la convivencia de los ciudadanos. Para mí esto es fácil de entender, entonces, ¿por qué es tan difícil que la Policía Local acuda a los lugares donde grupos de personas consumen bebidas en la calle, gritan, cantan y ensucian todo a su paso a altas horas de la madrugada. ¿Es que las autoridades cordobesas no entienden lo que dice la ley o es que no quieren enterarse de que tienen la obligación de evitar estas actividades en la vía pública? En ese caso podríamos estar hablando de una patente dejación de funciones por parte de nuestras autoridades.

La ley existe, las autoridades se pueden acoger a ella y cualquiera que entienda bien el castellano la entiende perfectamente. Solo falta voluntad para aplicarla para que los ciudadanos de nuestra ciudad y de tantas otras no vean en peligro su salud por que se les impida dormir.