Opinión

'Sin memoria no hay futuro'. Fuente Carreteros, un ejemplo a seguir'

Cristina Pedrajas

La frase 'somos producto de nuestra historia, de nuestras raíces' deja de ser un tópico y cobra sentido con ejemplos concretos. Y mi persona, mi pueblo, mis gentes son el mejor ejemplo de ello. Orgullosa de mis orígenes, 'carretereña' me volvieron a decir hace unos días mientras admiraba emocionada la inauguración del monolito, de la escultura en homenaje a la memoria histórica, a nuestra memoria, a la de Fuente Carreteros, que se descubría con valor y con orgullo en una placita de mi pueblo.

Claro que soy producto de mi historia, por ello soy como soy y estoy donde estoy. Mis orígenes humildes, campesinos, el asesinato de mi abuelo y sus hermanos como parte del genocidio franquista con muchos vecinos de mi pueblo, el dolor y sufrimiento posterior de mi padre y de su familia como consecuencia de ello, me han hecho desarrollar una conciencia social y reivindicativa que finalmente ha desembocado en la militancia y los cargos orgánico y político que ahora ostento, portavoz de Podemos en Córdoba y del grupo municipal en su ayuntamiento.

Podemos redactar y promulgar muchas Leyes en los parlamentos, pero son las personas y las instituciones las que tienen que dar los pasos para su cumplimiento.

En el Ayuntamiento de Córdoba, proponíamos una moción el pasado mes de junio, en la que se instaba al Gobierno de la Junta de Andalucía al cumplimiento, desarrollo normativo y aplicación efectiva de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía de 2017, con todo lo que ello conlleva, a nivel educativo, a hacer desaparecer los símbolos franquistas de nuestras calles y lugares públicos, a agilizar la exhumación de fosas y el uso de las pruebas de ADN para reconocimiento de los huesos a petición de los familiares, a la localización e identificación de niños y niñas robados, etc.

Esta moción no se pudo aprobar por los votos en contra de los tres partidos de derechas. Y no es justo, porque no tendríamos que estar pidiendo reiteradamente que se cumpla una Ley, dado que es de obligado cumplimiento; muy al contrario, los gobiernos municipales y autonómicos que no la cumplan, deberían ser seriamente sancionados.

Pero incluso cuando aprobamos una moción relacionada con nuestra historia reivindicativa, como fue la del pasado noviembre, sobre conmemorar los 4 de diciembre los hechos históricos protagonizados por el pueblo andaluz en la conquista de su autonomía, tal y como establece el articulado de nuestro Estatuto de Autonomía de Andalucía, así como instalar un busto de Blas Infante en reconocimiento del Padre de la Patria Andaluza, pasan los meses y el gobierno municipal del PP no parece tener la más mínima intención de ejecutar dichos acuerdos.

Es muy triste constatar como se ríen de nosotras, de las personas que nos sentimos víctimas y necesitamos, como dice la Ley memorialista, "verdad, justicia y reparación". Es muy doloroso que se nos siga negando esa parte de la historia, que se siga usando el enfrentamiento derechas-izquierdas para negar el derecho a la verdad, que en los libros de texto no se escriba una línea y que tengamos que soportar que se siga enalteciendo a asesinos con múltiples símbolos, como mausoleos funerarios y nombres de calles, que después de cambiar varias en Córdoba en cumplimiento de la Ley, el co-gobierno de PP y Ciudadanos con el apoyo y chantaje permanente de Vox, ha vuelto a reponer los nombres franquistas, como si de una broma macabra se tratase.

La pasada semana volvimos a sentir una brisa de esperanza con la aprobación en el Consejo de Ministros del Proyecto de Ley de Memoria Democrática, una vez que el texto ha pasado por los órganos consultivos. Tras la aprobación por el Gobierno, ya como proyecto de ley, se remitirá a las Cortes para su debate. 65 artículos en torno al protagonismo y la reparación integral de las víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura, así como a las políticas de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. Claramente mejorable, esperemos que en el debate parlamentario se admitan las enmiendas que vienen de las reivindicaciones de las asociaciones memorialistas, que ya han esperado bastantes años para llegar a este punto, como para tener que seguir esperando otros más.

Afortunadamente hay municipios donde sus gobiernos creen en la necesidad de conocer la historia para evolucionar hacia un futuro mejor. Por eso, Fuente Carreteros ha decidido que hacen falta acciones para darla a conocer, para recordar a aquellas  personas que lucharon por los ideales de libertad y democracia, y que fueron asesinadas, torturadas, represaliadas y expoliadas sin haber cometido otro delito que no fuese el de defender estos valores, valores que gracias a ellos y ellas hoy disfrutamos. Incluso muchos ni siquiera tuvieron relación alguna con causas políticas, pero fueron víctimas de verdugos que aprovecharon su poder para vengarse ordenando su muerte, como fue el caso de mi abuelo. Muchos siguen esperando en las cunetas y fosas de cementerios, muchas familias seguimos esperando saber donde están para poder darles la despedida que se merecen, y que les ha sido impedida a sus conyuges y a la mayoría de hijos e hijas que por su edad avanzada van desapareciendo. Pero aún, nietas y nietos seguimos gritando que no nos van a quitar más ese derecho.

Por eso, este pequeño pueblecito de la campiña cordobesa, ha creado un espacio de reconocimiento a estos vecinos y vecinas víctimas del golpe de estado fascista de 1936. Y a la vez, este reconocimiento se hace extensivo a los carretereños que lucharon en la Segunda Guerra Mundial contra el nazismo, y que fueron asesinados en los campos de exterminio nazis de Mauthausen-Gusen.  A todos  ellos les debemos el honrarles, recuperando su memoria, y no olvidar lo que pasó, para que nunca más se repita.

Por todo ello, mi agradecimiento a mi pueblo, a su alcalde, a mis gentes, por el gesto coherente con nuestro sentir al colocar esta escultura de título 'Sin memoria no hay Futuro', porque será un elemento pedagógico para las generaciones jóvenes de ahora y las venideras, para crear un futuro de paz, de libertad y de concordia, porque este paso y muchos como éste aportan otro granito de arena para que nuestros descendientes vivan bajo el paraguas de los derechos humanos.