Buenos días Cicerón, no sé si se me nota en la cara, pero estaba deseando verte.
Quería contarte lo sucio y descuidado que está el Templo de Claudio Marcelo, y fíjate que está al lado mismo del Ayuntamiento, vamos que los señores del gobierno local lo ven todos los días. Y digo yo, y corrígeme si me equivoco, ¿tanto trabajo cuesta adecentar este monumento? Además, se encuentra en pleno Centro de la ciudad.
Claro, que los señores del gobierno local nos dirán que ahora no hay turistas, aunque tú y yo sabemos que cuando sí los había estaba igual de impresentable. Además ¿qué pasa? Los cordobeses y cordobesas también tenemos derecho a ver nuestra ciudad limpia y bien cuidada.
Mi querido Cicerón, te cuento todo esto, porque ayer una vecina de nuestra ciudad me decía que tenemos una imagen que mantener ante el mundo y hay que cuidar mejor nuestro patrimonio.
En fin, mi querido amigo, ha sido un placer enorme haber conversado contigo, te prometo volver pronto.
Tenemos mucho de lo que hablar, para la próxima yo pongo las pipas y tú el verdejo.
