Opinión

Desvergüenza superada

Lo que se está comprobando con el "aplausómetro" de la corrupción en España es muy difícil de entender.

Tres minutos. No podían ser menos. Después de la gran ovación de minuto y medio tributada a Cristina Cifuentes, por sus grandes méritos políticos y universitarios, en la convención nacional del PP en Sevilla, los catalanes no podían quedarse atrás ni por debajo, y poco después decidieron organizar un homenaje a Jordi Pujol, ese otro gran padre de la patria catalana, cuyos méritos son grandiosos para algunos de ellos. 

Al magno acontecimiento acudieron más de trescientos amigos y seguidores incondicionales del ex-president que, puestos en pie, le ovacionaron durante tres minutos ininterrumpidos.  Allí estaban cuatro de sus hijos, su amante esposa Marta Ferrusola, 'la madre abadesa', y bastantes  consellers de sus gobiernos. Solo faltó su delfín Artur Más "por razones de agenda".

El acto comenzó con la intervención de seis ponentes que derramaron generosas loas sobre la vida y milagros del homenajeado.  Luego todos se deleitaron con las consideraciones del 'muy honorable', que en su intervención dejó caer, entre otras, estas valiosas perlas:

1.- "Durante estos veintitrés años de servicio al frente de la Generalitat, hemos dejado huellas profundas y muy buenas".

¿A qué se referiría este gran estadista?  ¿Al pisoteo destructivo efectuado mientras estuvo al frente de Banca Catalana, a la que llevó a una quiebra  inexplicada y de cuyas ruinas logró salir indemne política y penalmente, a pesar de haber causado pérdidas económicas irreparables a miles de clientes? Qué descaro.

2.- "Hay que seguir las huellas de la libertad o se las llevará el viento".

No será fácil, porque esas huellas volaban desde Cataluña con el 3%, se extendían por Andorra y hasta Suiza, ya que se estiman en que más de 2.500 millones puede ser el patrimonio acumulado por toda la familia.

3.- "No todo nos ha salido bien y he de confesar que me siento insatisfecho en ciertos aspectos conmigo mismo".

¿Que no le ha salido bien? ¿Le parecerá poco el patrimonio acumulado? ¿Con quiénes habrán hecho negocios o por quién estarán protegidos este matrimonio y sus ocho vástagos para que solo el hijo mayor haya pisado la cárcel por unos meses? La impresión general es que detrás de ellos hay algún personaje muy alto, intocable.

Cuando me disponía a concluir este artículo, recibo la visita de un amigo catalán muy moderado, le comento lo que estoy escribiendo y me sugiere:

-Tendrías que añadir algo sobre los aplausos dados a Rajoy por los suyos tras la moción de censura de la que se ausentó. Eso también ha sido una desvergüenza mayúscula.

-No ovacionaban su competencia ni su honradez,  sino la astucia y la habilidad increíble de M.Rajoy para mover hilos y escapar de tantos casos de corrupción cometidos por todo el país durante su mandato. ¿O no?

-Ya veremos lo que sigue saliendo, -concluye dubitativo.

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