Opinión

¿Por qué hace tanto frío si tenemos calentamiento global?

Una de las películas que he visto muchas veces es 'El día de mañana', de Roland Emmerich. En ella, Dennis Quaid hace de climatólogo que avisa sobre fenómenos climatológicos cada vez más extremos mientras que los políticos no le hacen ni caso mofándose de las evidencias pese a no tener ni idea de lo que se les está diciendo. Pese a la exageración de la trama, es una película que me gusta ya que muestra la tenacidad del científico que cree en sus ideas, la experiencia del que se enfrenta al medio ambiente y a la estupidez de quienes confían en experiencias pasadas sin analizar el presente. 

Como si fuese la marmota Phil y su famoso día, todos los años pasa lo mismo en invierno. Algunos, y en ciertos medios con gran difusión, utilizan la llegada del frío polar atlántico o siberiano para mofarse un poco del calentamiento global en una forma de burdo negacionismo. Esta forma de actuar, venga de un político con primo meteorólogo, de un presidente de gran país o venga de un comunicador con intenciones, es muy peligrosa ya que utilizan la anécdota, lo puntual, para negar la gran evidencia. De hecho, hasta Trump no ha podido evitar hacer el chiste sobre la ola de frío polar que está sufriendo el medio-oeste de su país durante estos últimos días, donde se está alcanzando valores muy por debajo de cero en temperaturas negativas record. Usando su herramienta favorita, tweetter, exclamó: 'In the beautiful Midwest, windchill temperatures are reaching minus 60 degrees, the coldest ever recorded. In coming days, expected to get even colder. People can’t last outside even for minutes. What the hell is going on with Global Waming? Please come back fast, we need you!', que viene a decir que pide que vuelva el calentamiento global lo más rápidamente posible para que la ola de frío record de estos días se vaya. Un chiste fácil, pero sobre una situación dramática que causa muertes.

Hace tiempo ya presenté evidencias de que estos episodios extremos climáticos se van a hacer cada vez más habituales. De hecho, mientras que el medio-oeste estadounidense se congela, en el hemisferio austral se sufren olas de calor extremas. Estos episodios no son más que un ejemplo de un desequilibrio climático. Un desequilibrio generado por el aumento de temperatura a nivel global que está creando modificaciones de las corrientes marinas y atmosféricas que buscan una nueva estabilidad, un nuevo equilibrio. Mientras lo encuentran, los episodios extremos se seguirán y se harán más extremos y más impredecibles. Y no lo digo yo, lo dicen los expertos en clima, como los funcionarios de la agencia oficial de Estados Unidos (NOAA: National Oceanic and Atmosferic Administration) que han contradicho a su propio presidente explicando qué es lo que está ocurriendo. 

Como en la película de Emmerich, lo que ha invadido Estados Unidos es una parte del conocido como vórtice polar. Por encima de los polos existe una corriente de aire muy frío en altura (unos 10.000 metros). Se trata de una corriente ciclónica que gira especialmente en invierno y desaparece en verano. El vórtice del polo norte es más inestable que el del polo sur. De hecho, el del polo norte presenta dos núcleos, uno sobre Canadá y otro sobre Siberia. Esa inestabilidad hace que se pueda desgajar. Debido al calentamiento global, el Polo Norte (y el Sur) están sufriendo un gran deshielo. Eso favorece que esa corriente de aire muy frío del vórtice migre hacia el sur e invada Canadá, Estados Unidos, Rusia e incluso Europa. Es más, el que el vórtice se haya desgajado y migrado hacia el sur invadiendo Estados Unidos es porque el polo se está calentando y deshelando. Es una evidencia muy clara, los polos se están deshelando y el polo norte de una manera muy clara y patente. Esto hace esa corriente en forma de chorros serpenteantes que bajan desde las heladoras capas altas de la atmósfera caigan hacia zonas más sureñas llevando temperaturas inusualmente bajas mientras que, al mismo tiempo, el Polo Norte se enfrenta a una ola de calor con temperaturas 14° C por encima de lo normal. Lo que vendría a ser el mundo al revés. 

Las imágenes que nos han llegado de ciudades como Chicago durante los últimos días recuerdan a la película de Emmerich donde la gran manzana acaba totalmente congelada. La pregunta es si esto es el principio de una serie de 'anormalidades' o se convertirá en lo 'normal'. Las imágenes obtenidas por satélite demuestran que el deshielo ártico es una tozuda realidad que golpea sin piedad a los negacionistas. Las imágenes están ahí y no la pueden desmentir. De hecho, el negocio naval ya está buscando rutas árticas que se puedan utilizar incluso durante el invierno ya que el hielo cada vez es más fino.

Tomemos nota, el clima nos está avisando, las olas de calor o de frío cada vez más extremas nos están diciendo que tenemos que hacer algo. Creo que ya llegamos tarde para cambiar lo que se ha puesto en marcha. Las ruedas del clima han cambiado de dirección hace tiempo y se han vuelto impredecibles para nosotros. Aun así, creo que aún estamos a tiempo para ser inteligentes y tomar nota, afrontar los cambios e intentar buscar la mejor forma para adaptarnos a ellos. Nuestros ancestros vivieron en climas muy fríos y se alojaban en cuevas. Ahora tenemos climas domésticos regulados a voluntad, en cuevas fabricadas por nosotros mismos y con energía generada para nuestro confort. Utilicemos la sustancia gris que nos hace ser lo que somos y no nos dejemos llevar por la tontería del chiste ocurrente o del tweet facilón. El cambio climático no es ninguna broma, especialmente para aquellos que se dejan la vida congelados o por golpes de calor.