GASTRONOMÍA EN LA CAPITAL

La crisis sanitaria no puede con El Caballo Rojo que niega haber tirado la toalla y reabrirá en su día

Las restricciones le han obligado a bajar temporalmente la persiana
El éxito del carrito de los postres salta a la vista en El Caballo Rojo
photo_camera Interior del restaurante El Caballo Rojo

A raíz de una información publicada en este periódico, en la que se indicaba que el restaurante El Caballo Rojo, ubicado cara a cara con la Mezquita-Catedral, había cerrado por la crisis, su gerente María Escribano García, lo ha negado poniéndose en contacto con este medio.

"Me gustaría comunicarle que el Caballo Rojo no ha cerrado y de momento no tenemos fecha de reapertura, que comunicaremos en cuanto la tengamos", ha indicado la responsable de este local de renombre en la capital cordobesa.

Es cierto, sin embargo, como ha ocurrido con otros muchos locales y establecimientos del sector, que con la llegada de las restricciones, en la que se ha impuesto un toque de queda a la ciudadanía y una hora límite a la restauración, la opción de este grande de la gastronomía cordobesa ha sido la de cerrar sus puertas temporalmente para aguantar el temporal.

Surgido en 1962 en la calle Deanes, de la mano de José García Marín, en el 72 se traslada a la ubicación actual, donde lleva, por tanto, 48 años, casi medio siglo, trabajando para ganarse el sobrenombre de la catedral de la gastronomía cordobesa y una joya de la cultura culinaria andaluza.