En el Casco Histórico y en el Centro

El Consejo del Movimiento Ciudadano reclama una política turística "con rostro humano"

Estima que debe favorecer el desarrollo sostenible, la convivencia en el Casco y la puesta en valor del patrimonio
Riomundi 33
photo_camera El CMC se muestra en contra de la celebración de Ríomundi

El Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC) ha acordado por unanimidad el presente dictamen sobre Plan de Acción turística del Instituto Municipal de Turismo (Imtur) y sobre conclusiones de reactivación del sector turístico de CECO. En este sentido entiende que ambos documentos deben ser complementarios y abiertos y solicita que tengan en cuenta sus planteamientos al respecto.

Así, el CMC defiende que los planes turísticos que afecten a la ciudad deben dedicar un gran esfuerzo económico al patrimonio histórico, a su rehabilitación y puesta en valor. Es el patrimonio de la ciudad el gran valor material e inmaterial que debe suponer la estructura básica sobre la que se debe organizar la política turística local.

Esa política centrada en el patrimonio histórico y que éste se acumule especialmente en el Casco Histórico, "no debe hacernos olvidar que la vida en el Centro Histórico debe mantener las características adecuadas para la convivencia vecinal, evitando la expulsión de su población". La situación que vive la Judería es un ejemplo claro de esta necesidad. En este sentido, "nos suena bien lo que establece el documento de conclusiones pero debe pasarse de las palabras a los hechos.

La política turística debe extenderse pues, a toda la ciudad, para lo cual, hay referentes patrimoniales indudables como Medina Azahara, los Sitios de Cerro Muriano, los Cortijos de Villarrubia, Ategua, los puentes de Alcolea o el Patrimonio Natural de la Sierra.

Pero "no aparece una apuesta suficiente más allá de algunas palabras generalista", indica la nota. Incluso en la zona del Casco, hay que extender un turismo racional a toda su superficie, aprovechando elementos patrimoniales de indudable valor como son los cines de verano, las iglesias fernandinas, las tabernas, o monumentos como Regina, "que urgimos a volver a priorizar su recuperación y su finalidad turística como elemento de atracción hacia el este del Casco".

Proyecto del Cordel de Écija

Asimismo, el equipamiento cultural de Miraflores debe definirse no sólo desde un objetivo turístico, sino de permitir el desarrollo sostenible del Distrito Sur y del Casco y su integración con el río y con el parque. Hay que partir de una iniciativa pública con posible participación privada y evitar un edificio agresivo con la imagen de la ciudad.

La pieza del Cordel de Écija debe desarrollarse en pleno respeto a estar en la entrada de la ciudad, en el entorno del río al que debe potenciar y en un distrito que necesita de su promoción socioeconómica.

El CMC cree que la situación generada por la pandemia no se va a superar con un mero intento de recuperar lo que había, porque, además, no todo lo que sucedía es aconsejable mantenerlo. Y "no nos referimos a una situación temporal, sino definitiva, apostando por un turismo con rostro humano", por lo que "hay que aprovechar para cambiar las políticas turísticas".

Por ejemplo, hay que abandonar la organización de actividades agresivas con el patrimonio y con la convivencia vecinal, es decir rallyes, masificación de la vía pública, paralización constante de la vida ciudadana, conciertos de gran formato o iniciativas tipo Ríomundi, estima el colectivo en su nota.

La referencia permanente al ocio nocturno, debe dejar claro a qué tipo de actividades se refiere, desechando de nuevo las agresivas con el entorno. Igualmente, no debe permitirse el uso de música en el exterior de los negocios de hostelería o en terrazas o patios interiores no cubiertos.

Actuaciones y peatonalizaciones

Las actuaciones de grandes artistas internacionales y la celebración de grandes espectáculos deben ubicarse en espacios adecuados que cumplan con todas las normativas vigente y eviten problemas de convivencia. Las peatonalizaciones no tienen sentido por sí mismas, sino que deben formar parte de una mejora de la calidad del espacio público, por lo que no deben realizarse basándose en la posibilidad de negocio.

Los programas de dinamización del Casco y otras zonas deben contar con la red vecinal, social y económica del entorno. La intención mostrada de contar con el movimiento ciudadano no puede ser una mera declaración de intenciones, sino quedar reflejada en compromisos reales. Entre ellos, es una condición inexcusable, la presencia del CMC en el Consejo Rector del Imtur en las condiciones que legalmente son posibles. Sin esa incorporación, cualquier compromiso escrito queda como mera retórica. Asimismo, hay que respetar a los órganos de participación turística dotándoles de regularidad y contenido y respetando sus acuerdos.

El Consejo del Movimiento Ciudadano apoya las enmiendas presentadas por la Federación de asociaciones vecinales Al-zahara al plan de acción del Imtur.