Distrito Levante

La mujer murió de dos puñaladas graves, una de ellas en la carótida

Los vecinos muestran su sorpresa ante el suceso e indican que el menor era "rarito" y "asocial", pero no había mostrado muestras de violencia
La puerta de la vivienda donde tuvo lugar el crimen
photo_camera La puerta de la vivienda donde tuvo lugar el crimen

Estupor y sorpresa. El bloque número 10 de la calle Conquistador Benito de Baños, en el Distrito Levante de la capital cordobesa, ha amanecido esta mañana todavía en estado de shock tras los sucesos del pasado domingo, cuando supuestamente un joven de 16 años asesinó a su madre, de 48, con un cuchillo de cocina.

Según la vecindad, el menor, de 16 años, era "rarito", sin amigos, asocial, apenas hablaba" y respondía a los saludos propios de las normas de educación sólo si lo veía conveniente. A veces se quedaba mirando de forma desafiante, pero ni levantaba la voz ni se le había notado nunca ningún gesto violento.

Por otra parte, era de complexión endeble y de escasa estatura, mientras que su madre, guardia civil retirada, según algunos vecinos por depresión, era una mujer enérgica y con fuerza. ¿Cómo entonces su hijo la pudo matar? Ése era el debate esta misma tarde en las escaleras del edificio.

Entrada al bloque donde ocurrieron los hechos

Según testigos directos del suceso, la mujer, que quedó postrada en un enorme charco de sangre en el pasillo delante de la puerta de entrada a la casa, recibió dos puñaladas con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones. La primera de ella fue en la cocina y la segunda en el lugar donde apareció el cuerpo. Una de ellas fue en el costado, probablemente la segunda, y la otra en el cuello, seccionándole la carótida, que es mortal por desangramiento. "Es complicado dar esas dos estocadas tan precisas incluso para un profesional en frío, con lo que en caliente, en caso de perder los nervios, es todavía más difícil", señala uno de ellos.

Porque si en algo coinciden todos es que "al chaval se le fue la olla". Nadie cree que fuera algo premeditado ni pensado con tiempo, sino una reacción de las que no se piensan.

¿Pero, por qué? Dejando claro que esto no es una investigación policial, sino más bien vecinal, algunos de los habitantes del bloque señalan que a ella le han escuchado insultar al niño con frases como "eres tonto, y no me extraña que no tengas amigos". Pero eso es algo que el resto de los vecinos preguntados no pueden confirmar porque "nosotros no hemos oído nunca nada raro".

Salvo hasta la tarde de autos. "Las paredes son de papel de fumar y se escuchan las conversaciones elevadas", indican. Por ello, uno de los vecinos, que fue el que llamó a la Policía, comentó a quienes le preguntaron (este periódico no tuvo la suerte de hablar directamente con él), ha señalado que escuchó decir a la mujer "perdóname, ya no te volveré a insultar más" antes de escuchar sonidos de lucha.

La mujer llevaba ya 10 años viviendo allí y la casa es en propiedad. Del padre del menor nadie ha oído hablar nunca, ni se le ha visto por allí. "Era madre soltera", aseguran. Pero sí han visto algunas parejas de la madre, que podrían no haber sido del agrado del menor.

Y es que hay otros testigos que insinúan que esa misma tarde, antes de la hora de autos, en torno a las 19.00 horas, la mujer iba a llamar a un hombre, "pero el nene no quería". Otros señalan que no hace mucho la mujer "echó con cajas destempladas a un hombre de casa, sin perder los nervios pero dejándoles las cosas claras, y diciéndole que si no quería a su hijo, no había solución".

En fin, que hasta que la investigación de las Fiscalía de Menores termine, no se va a conocer la realidad de esta historia que ha dejado varias huellas de sangre todavía en las escaleras y una imagen impactante de ver al menor saliendo esposado de casa con la ropa totalmente cubierta de sangre, después de escuchar decirle a uno de los agentes: "Como te muevas, te pego un tiro". Historias truculentas para no dormir.