La gala de entrega de Cervatillos de Plata por parte de la Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara tuvo a la representación vecinal como principal protagonista en una noche en la que se fueron dos estatuillas para el Consejo de Distrito Sur y la vocalía vecinal juvenil Efecto Naranja, de la Asociación Vecinal La Palomera (El Naranjo), además de reconocimientos para la Asociación Vecinal Nuestra Señora del Rosario, de Eléctromecánicas, y los colectivos vecinales Amigos de Santa Cruz y Noroeste-Sagrada Familia.
Mariló Damián, como presidenta del Consejo de Distrito Sur, destacó en su discurso, precisamente, la importancia que tiene el relevo generacional en la figura de los premiados de El Naranjo. "Un grupo numeroso de gente joven que reclamaba exactamente lo que pasa con los distritos: La falta de Espacios, de infraestructuras, la dignificación e invertir en los barrios y distritos".
También destacó la presidenta e hizo propias las palabras del colectivo juvenil, aprovechando la presencia de representantes del Ayuntamiento en primera fila, en el sentido de que "no sólo hay que visitar los barrios en campaña, sino en el día a día y contar con la gente que estamos en los barrios y en los distritos trabajando voluntariamente". Por esa razón dio las gracias "a todo nuestro Consejo de Distrito por su labor, su voluntariado, su esfuerzo y a todos los que trabajamos día a día en el Distrito Sur".
Numerosos representantes del Distrito
De hecho, junto a Damián estaban la secretaría y vicepresidenta del Consejo, Emilia Murillo y Charo Roldán, así como representantes de las asociaciones vecinales La Unidad, Puente Romano, La Mirada del Sur o Amargacena, la Asociación Mujeres Alba del Guadalquivir, Nubia Apoyo Familiar, representante de las AMPAs, de la Casa de la Ciudadanía y de varias asociaciones culturales, muchos de los cuales subieron a recoger un premio que era un poco de todos y todas.
"Para nuestro Distrito este reconocimiento significa mucho, por su labor reivindicativa, luchadora, donde todas sus entidades trabajan en defensa de la participación y hacen todo lo posible por dignificar el Sur desde el voluntariado, dedicando gran parte de su tiempo", señaló Damián.
El mensaje de la presidenta se dirigió a demostrar que, a pesar de que el Distrito Sur sea el quinto barrio más pobre de España, no todo el que vive en él es de exclusión social. Allí "hay personas de clase obrera, media y también alta, como en el resto de la ciudad, y vivimos en armonía", de modo que es necesario "eliminar su estigma" de zona peligrosa, e "incluir, integrar a la otra parte del río en la ciudad".
Ese ingente proceso de dignificación de los barrios que lo componen y de las personas que viven en ellos "lo hacemos con mucho esfuerzo, porque, a veces, hay muchas piedras en el camino para seguir en la participación y trabajar por ella; no nos lo ponen fácil a este distrito, no se cumple el reglamento de participación y nos encontramos muchas puertas cerradas" expuso directamente a los concejales allí presentes.
Damián también recordó que el año 2020 fue especialmente duro y ha quedado grabado a fuego en el recuerdo por el confinamiento y el contexto de pandemia vivido. Pero, al mismo tiempo, "hemos experimentado, más que nunca, que el Consejo de Distrito Sur continuaba ahí, apoyándonos, y esto nos ayuda e impulsa en nuestro día a día, porque somos los vecinos y vecinas quienes estamos en la calle".
La unión en la pandemia
Y es que en todo ese tiempo "los colectivos hemos conseguido estar muy unidos, nos hemos estado apoyando mucho, ha habido diálogo entre nosotros, todo el que no tenemos con los gobernantes actuales", indicó a modo de tirón de orejas.
De igual modo, la presidenta, hablando en nombre de todo el Distrito, expuso que los tiempos han cambiado, pero "lejos de perder fortaleza, el movimiento participativo ha pasado de reivindicar temas concretos a otros bienes ciudadanos como derechos sociales o servicios públicos tan importantes para dignificar a los barrios y a las personas que en ellos vivimos y que necesitamos relevo generacional".
En este sentido, "reconocemos el esfuerzo de diálogo con y entre los colectivos, iniciativas sociales y culturales para la ciudadanía y la dificultad de esto mismo con nuestros gobernantes, no se puede cerrar la cultura a los barrios".
La portavoz vecinal y social terminó su discurso con un mensaje de esperanza: "Son los ciudadanos y ciudadanas, las personas comprometidas con un mundo mejor quienes impulsarán los próximos cambios. Y ese mundo mejor no sólo es necesario, también es posible: El Sur también existe".
