Nada como echarle imaginación y creatividad para salirse de la normalidad y encontrar tu propio carácter diferenciador. Eso es lo que le ocurre a Cañete de las Torres, una localidad del Alto Guadalquivir cordobés, de 2.888 habitantes, eminentemente agrícola, con su Castillo medieval, sus llamativas Tercias o sus templos y ermitas, entre ellos la renacentista iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. "Pero eso no nos hace únicos y no tenemos ni playa ni río ni sierra con nieve", advierte el alcalde, Félix Romero (PP), paradigma de que quien usa la materia gris acaba encontrando sus frutos. ¡Y menudos frutos!
Cada vez es más habitual contemplar visitantes por las calles de Cañete... Con su cámara al ristre a la caza de una buen imagen. Una visión que en la capital es harto común, pero allí, no tanto. Es señal de que el turista está avisado y quiere llevarse su propio recuerdo de su visita, porque tiene muy claro lo que ha venido a 'cazar' en esta localidad, que es la única del mundo con el sobrenombre de Villa Botánica.
¿Que es eso? Usando la lógica más pura, supone un concepto que une la idea de villa y de jardín botánico. Mientras que un botánico es un recinto cerrado donde contemplar diferentes especies de distintos lugares del mundo en diversas épocas del año, con desiguales floraciones y propiedades, hay que trasladar esa idea al urbanismo, a las plazas, a los rincones y las calles de un pueblo. "Te paseas por esos sitios del municipio y puedes encontrarte colecciones de plantas, un jardín de cactus, flores de otros lugares del mundo... Ése es el concepto de Villa Botánica", explica el regidor.
Por el momento, son la única Villa Botánica del universo. El término "Lo acuñamos nosotros con la idea de que con el tiempo se vayan creando más y pueda haber una red o una ruta de villas botánicas ligadas entre sí", explica Romero (apellido botánico, por cierto). Y es que, en materia de turismo y desarrollo, "el 'ombliguismo' no nos lleva a ninguna parte, hay unirse los unos con los otros y ofrecer lo mejor que tenemos cada uno". De todos modos, eso, por el momento, es mucho avanzar en el futuro. Todavía queda mucho por hacer en Cañete e ideas hay, y muchas.
Gracias a fotos antiguas
¿Dónde está la génesis de esa iniciativa?. Allá por 2014, coincidiendo con el centenario del inicio de l I Guerra Mundial, lejos de organizar una confrontación, el alcalde buscaba cubrir las necesidades de sus vecinos. Para ello, nada mejor que preguntar a sus representantes sobre sus anhelos. Comenzó en el barrio históricamente más humilde del municipio: El Huerto del Francés. Ubicado al Este del municipio, en las afueras, es un espacio circunvalado por la Ronda de Porcuna y las calles Federico García Lorca (el gran poeta del Sur) y Juan XXIII (el papa pacifista). Para hacerse una idea de cómo era en aquellos tiempos baste recordar que el antiguo pavimento de la calle estaba hecho con alambres de somieres y colchones antiguos, en lugar de hierro, mallazo y hormigón para generar una calzada sólida. "Me decían que los alambres que sobresalían les pinchaban las ruedas de los coches", recuerda el alcalde.
En aquel encuentro les preguntó cómo era el barrio antiguamente y si tenían fotos antiguas. "Me las enseñaron y resultó ser un barrio precioso, al estilo de la Calleja de las Flores de la capital". Y, entonces, le vino la inspiración: "Les reté, en el buen sentido de la palabra, diciéndoles que yo me comprometía a hacer la inversión de compra y adquisición de plantas, macetas y generación de jardines, si ellos, a cambio, se comprometían a cuidarlo a diario, y aceptaron".
Aquella oportunidad ha derivado ocho años después en que el barrio está considerado en Wikipedia como parte del patrimonio local que merece la pena destacar y visitar. Dice así de él: "Barrio típico cordobés recuperado en el año 2015. Es característico por calles estrechas con jardinería natural en macetas". Pero se queda corto y es muy pobre en su descripción. Hace más honor a la realidad el hecho de que este mismo año 2022 la Diputación ha considerado el arco de la entrada al barrio como 'El Rincón Más Bonito de Córdoba'. Es más, en las encuestas y sondeos que elabora la Mancomunidad del Alto Guadalquivir para conocer los gustos del visitante y su nivel de satisfacción, el lugar más conocido de la comarca es el Parque Natural de Cardeña-Montoro, pero la segunda plaza es para el Huerto del Francés de Cañete.
Huerta del Francés como ejemplo
Algo con tantísimo potencial no podía dejarse morir en su propia génesis. La recuperación de la Huerta del Francés es, de hecho, el ejemplo de lo que busca el alcalde para el resto del municipio, y ya se ha actuado en otros rincones del pueblo, como la Plaza de la Paz, a través del concurso de paisajismo que se lleva a cabo de la mano del Instituto Provincial de Desarrollo Económico (Iprodeco). Consiste, básicamente en poner desde el Ayuntamiento un espacio publico cada año a disposición del concurso y la intervención ganadora es la que se aplica con una modificación urbanística y una intervención paisajística en ese lugar. Otros rincones beneficiados son la Plaza de Antonio Torralbo o la calle Madre de Dios, de obligada visita. "Se quedan así ya para siempre. No es algo temporal o efímero como los es FLORA; la característica principal es la permanencia".
Se supone que todo el municipio va a acabar experimentando esta llamativa transformación. Pero es una iniciativa lenta. "No podemos actuar única y exclusivamente en lo que es la parte paisajística o la visual", advierte el alcalde, "antes tenemos que llevar a cabo una renovación de todos los sistemas de red de abastecimiento, fluviales y de saneamientos, porque lo importante es cómo se quedan las cosas al terminar".
Cuatro jardineros y un paisajista
En la actualidad el Ayuntamiento se encuentra en la fase de renovación de la canalización para que haya riego, calle a calle, que es como han optado por aplicar su idea de reforma integral: Se abre la calle, se termina con todas las redes, se remata el pavimento, y luego acaba con la parte superficial de paisajista. "Cuando acabamos ahí, abrimos otra calle".
Y se mide algo esta francamente orgulloso el alcalde es de la implicación de sus convecinos y convecinas. "Sin su participación desinteresada no se podría hacer", entre otras cuestiones porque el Ayuntamiento como tal no puede mantener todas las zonas verdes con personal propio. "Cuando llegué al Ayuntamiento en 2011 no existía la figura del jardinero; hoy por hoy, tenemos cuatro jardineros y un paisajista, que no todos los consistorios lo tienen". Toda una absoluta declaración de principios, porque "sabemos perfectamente dónde queremos ir".
Las implicación vecinal llega hasta el extremo de generar y aportar ideas, de participar y desear que su calle sea la siguiente en contar con esa reforma. "Cuando ves el fruto de ese trabajo y empiezas a ser conocido por algo con el tiempo, y la gente llega los fines de semana a Cañete con cámaras de foto, y cuando como vecino ves que la gente viene a apreciar lo que hacemos, supone un refuerzo personal del trabajo que hacemos a diario y el vecino se implica todavía más", asegura Romero.
Un gran evento para cada estación
Eso ha permitido que dentro de la iniciativa de Villa Botánica se pongan en marcha varios proyectos, como Fotosíntesis, que se acaba del celebrar, o Calles en Flor, el primer fin de semana de mayo. "Se trata de generar diferentes actividades saludables y medioambientales pero también cuatro grandes eventos anuales que correspondería a la primavera, al verano, al otoño y al invierno, y que cada vez que haya un cambio de estación se celebre con una actividad", explica el alcalde. La primavera se corresponde con Calles en Flor, que "es un éxito total, cada edición supera a la anterior con creces y está ya consolidado".
En 2021 comenzó el evento de otoño, Fotosíntesis. "Se pasa de celebrar algo durante el día a hacerlo de noche, para diversificar el turismo y poder tener una imagen del pueblo alegre, bella e interesante". El mensaje es que se puede ir a Cañete en cualquier momento, de día o de noche, haga frío o calor, y pasar un excelente fin de semana. Faltan los eventos del invierno y del verano. Romero asegura que "están ya creados", pero al estilo de la filosofía futbolística del Cholo Simeone (partido a partido), primero hay que consolidar Fotosíntesis antes de dar el siguiente paso.
Las estrellas Michelin de la botánica
Ahora bien, todo esto requiere de algún tipo de promoción, que, por supuesto, pasa primero por el boca a boca. "El mejor comercial está claro que es un cliente satisfecho, y la base es que la gente que salga de Cañete lo haga con un grado de satisfacción muy alto". Pero se trata de un proceso muy lento, así que también se usan campañas promocionales a nivel turístico y científico. Por ejemplo, se trabaja con la UCO en estudios medioambientales, participan en diferentes redes como la de Pueblos Mágicos de España, "que nos aporta muchísimos visitantes", o forman parte de Andalucía en Flor, que funciona de forma similar a las estrellas Michelin.
"Tenemos cuatro Flores sobre cinco; nadie tiene aún cinco Flores, y estamos al mismo nivel que localidades como Marbella o Benalmádena, en un periodo de tiempo muy corto", señala satisfecho.
Eso se ha notado de forma exponencial en el aumento de las visitas, especialmente en primavera. Y la pandemia de la Covid-19 ha tenido mucho que ver también en todo esto. La enfermedad ha puesto en el centro de la atención social a los lugares de interior, tranquilos y rurales, que tocan muy de cerca todo lo relacionado con el medio ambiente. "Ahora mismo se sabe que en Cañete en primavera ocurren eventos con flores, pero aspiro a que en el otoño, en torno a Todos los Santos, se sepa que también ocurre algo durante la noche con plantas, velas y luz".
Formación e investigación
Igualmente, y como nadie nace sabiendo, desde el Ayuntamiento se plantean diferentes enfoques para abordar este interesante proyecto a base de jornadas, que aluden a todo lo que es el respeto a la naturaleza, potenciar lo verde y "pensar que cuando pones un árbol enfrente de tu casa no estás quitando un aparcamiento, sino que estás colocando una máquina que genera oxígeno y retiene CO2", además de la parte de mantenimiento y cuidado de plantas, "que es algo más superficial, pero también está". Concienciación y aprendizaje.
Hay otra parte fundamental que se está llevando a cabo con la Universidad de Córdoba (UCO)y lo estamos trabajando con la UCO, con el Departamento de Botánica y con Carmen Galán Soldevilla, "alguien a quien le tengo un cariño especial, porque se ha volcado con este proyecto de forma desinteresada a tope tratando de demostrar desde un punto de vista científico que el entorno de los municipios rurales es más sano y saludable, con un oxígeno de mayor calidad", lo que está muy ligado a otro proyecto del alcalde sobre turismo de salud.
"Creo que la gente de las grandes ciudades con el tiempo querrán ir a lugares donde la calidad de vida y la salud sea mayor y donde puedan eliminar el estrés diario, buscando ese plus de tranquilidad". Por eso, se va trazar desde el Consistorio una línea de turismo saludable y de bienestar enfocado a lo que es la terapia a base de masajes con aceite de oliva o flores de bach. "Hablo de toda esa parte terapéutica que puede dar la mano con nuestro aceite de oliva y con nuestra Villa Botánica pensado en ese turismo slow que le llaman los anglosajones, de calma".
Infraestructura
Ese nueva iniciativa del Consistorio pide a gritos algún tipo de infraestructura tipo spa. Pero Romero vuelve a poner los pies en el suelo: "Hay que ir creándola poco a poco". En este sentido, el proyecto de "la vivienda donde queremos vivir está hecho, redactado y aprobado, y lo que estamos haciendo es que un año construimos el dormitorio y lo amueblamos, la cocina y le metemos el menaje, hasta que, poco a poco, vamos conformando este proyecto global que es Villa Botánica".
En el caso concreto del turismo de calma la intención de Félix Romero es contar con "un gran edificio del bienestar y de la salud", pero eso es materia para otro capítulo futuro.
