Los precios del aceite de oliva están literalmente por los suelos. Con un coste de producción medio de unos 2,70 euros por kilo, las ventas se están llevando a cabo por unos 2 euros por kilo de media y eso, en opinión de las organizaciones agrarias UPA y COAG es totalmente insostenible. Por este motivo, ambas han convocado para el próximo 9 de julio una manifestación en Sevilla en protesta por esta situación, según ha explicado esta misma mañana el secretario general de UPA en Córdoba, Miguel Cobos.
De este modo, la cita tendrá lugar a las 10.30 horas, frente al estadio 'Benito Villamarín' y se espera no sólo la presencia de unos 6.000 olivareros procedentes de toda Andalucía, sobre todo de Córdoba y Jaén, sinotambién familiares, simpatizantes, otros agricultores, almazaras y cooperativas a título personal y, por supuesto, los sindicatos CCOO y UGT, "porque están en juego muchos puestos de trabajo", ha señalado Cobos. Desde la provincia se fletarán autobuses para los que se pueden reservar plazas desde la propia capital y desde los municipios de Priego de Córdoba, Cabra y Lucena.
Se trata, sobre todo, de llamar la atención ante la situación de aceite de oliva, que es el producto que más muestra los típicos dientes de sierra en la evolución de sus precios, pasando de estar en la cima a lo más hondo. Y lo que busca el sector es un poco de estabilidad continuada en el tiempo. Para ello necesitan de elementos muy simples para autorregularse, aunque, por las trabas que reciben desde las administraciones, la competencia (especialmente la italiana), la industria y la distribución, lo tienen un poco complicado.
Así, en la manifestación pedirán a la Junta de Andalucía, el Gobierno de la nación y al Ejecutivo de la UE en Bruselas que abran la mano para poner en marcha una serie de mecanismos que impidan la actual fluctuación de precios y que, en opinión de Cobos, no se debe a un exceso de oferta frente a una demanda determinada, porque con una producción algo menor, pero similar, a la de la anterior campaña los precios se han desplomado.
De hecho, si en la campaña 2017/18 en el mundo se produjeron 3,25 millones de toneladas de aceite y se vendieron por encima de los 3,30 euros cada kilo, en la actual campaña, 2018/19 la producción mundial ha sido de 3,2 millones de toneladas, 50.000 toneladas menos, pero los precios, sin embargo, han bajado hasta los 2 euros el kilo (siendo 2,20 el virgen extra; 2 euros, el virgen y a 1,20 euros, el virgen lampante). "Por tanto, creemos que se debe más bien a una especulación por parte de los intermediarios, que nos quitan de bolsillo a los andaluces unos 1.500 millones de euros, de los que 360 millones corresponden directamente a Córdoba", ha advertido el líder agrario cordobés.
Esos mecanismos que el olivar español reclama va en la línea de mantener unos precios siempre por encima de los costes de producción, tales como la actualización del precio para activar el mecanismo del almacenamiento privado, la posibilidad de retirar temporalmente y todos a la vez una cantidad de aceite determinada para equilibrar la oferta y la demanda, cambios en la Ley de la cadena agroalimentaria como la prohibición de venta a pérdidas con el aceite como producto-gancho en los lineales, o ayudas para poder concentrar la oferta y hacerse fuertes igualándose a la a industria que compra el producto y a la distribución que lo vende luego al consumidor.
En lo que a concentración de oferta se refiere, Cobos ha indicado que se han dado ya algunos pasos , con grupos fuertes en la comunidad andaluza que concentran el 40% de la producción, como es el caso de Almazaras de la Subbética, en Córdoba, (con unas 50.000 toneladas en su haber); Interpelo Picual Jaén (con unas 60.000 toneladas), Jaencoop (con otras 100.000 toneladas) o Dcoop (con 250.000 toneladas). En total, suman unas 600.000 toneladas concentradas, pero "queda todavía un 60% distribuido en pequeñas almazaras y cooperativas que compiten directamente entre sí y que en muchas ocasiones tienen que quitarse de encimael aceite a cualquier precio por falta de liquidez, y eso es mucho", ha señalado.
De hecho, Italia es el espejo en el que se quieren ver reflejados los olivareros españoles, porque allí llevan una ventaja de 40 años con respecto a España, las administraciones apoyan a fondo al sector, que adquiere abundante aceite español a granel para venderlo luego en Estados Unidos y otros países que suponen un mercado emergente, donde se llega a pagar entre 10 y 12 euros la botella, merced a una muy cuidada presencia. En ambos países se consumen cantidades similares, unas 500.000 toneladas anuales, aunque ellos producen de media 175.000 toneladas frente a las 200.000 de España.
