TRAS UN CASO OCURRIDO EN 2014

El TSJA reconoce la crisis de ansiedad como accidente laboral

Ha emitido una sentencia en la que da la razón a una enfermera del Centro de Salud de Peñrroya que precisó baja laboral tras discutir con la coordinadora del centro

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photo_camera Los hechos ocurrieron en diciembre de 2014 en el Centro de Salud de Peñarroya

El Sindicato Profesional de la Enfermería SATSE-Córdoba, ha hecho pública la Sentencia del TSJA, por la que a una Enfermera del Centro de Salud de Peñarroya (Córdoba) se le reconoce como accidente de trabajo, una crisis de ansiedad que requirió atención sanitaria y que le obligó a tener que abandonar su labor profesional, tras conflicto laboral con la Coordinadora de Enfermería de dicho Centro Sanitario.

Según declara la sentencia del TSJA, el 17 de Diciembre de 2014 una enfermera que trabaja en el Centro de Salud de Peñarroya sufrió un conflicto laboral con la Coordinadora de Enfermería del Centro de Salud, como consecuencia del mismo, la profesional de Enfermería sufrió una crisis de ansiedad que le obligó a recibir tratamiento, tras recibir atención médica durante su jornada laboral y posterior baja laboral desde el 18 de Diciembre de 2014. 

Con fecha 31 de Diciembre de 2014, la Enfermera recibió escrito del Director Gerente del Área Sanitaria Norte a la que pertenece el Centro de Salud de Peñarroya, mediante el cual le informa que “no acepta la comunicación de accidente de trabajo a nombre de la enfermera afectada, por considerar que el daño o lesión por la que se produce la Incapacidad Temporal, no tiene causa-efecto relacionado con el entorno laboral”.

Tras todo  ello, continua SATSE, la interesada presentó demanda judicial a través de la Asesoría Jurídica de SATSE-Córdoba, obteniendo sentencia favorable en el juzgado de lo social de Córdoba, con fecha 9 de Febrero de 2016,  considerando dicha sentencia accidente de trabajo la crisis de ansiedad sobrevenida durante su jornada laboral, como consecuencia del conflicto sufrido con la Coordinadora de Enfermería del Centro de Salud de Peñarroya.

Si bien dicha sentencia fue recurrida por la Dirección Gerencia del Área Norte de Córdoba ante el TSJA, cuyo tribunal ha vuelto a dar la razón a  SATSE.

SATSE recuerda que según la normativa vigente, y así consta en los Fundamentos de Derecho de la Sentencia, la relación de causalidad entre el trabajo prestado por cuenta ajena y la lesión sufrida se presumirá, salvo prueba en contrario, cuando el trabajador sufra las lesiones durante el tiempo y en lugar de trabajo. Dicha presunción opera como un principio favorable a la calificación como accidente de trabajo de la lesión que sufre un trabajador por cuenta ajena. En este sentido quién pretenda hacer valer la existencia de accidente de trabajo no tendrá que probar la existencia de relación de causalidad entre el trabajo y la dolencia padecida, siendo la parte contraria la encargada de desnaturalizarla.

Concluye la sentencia del TSJA que la crisis de ansiedad sobrevenida durante su jornada laboral como consecuencia del conflicto sufrido con la Coordinadora de Enfermería es un accidente laboral, con las repercusiones laborales y retributivas que esto conlleva en positivo para la enfermera afectada.

Finaliza SATSE, valorando positivamente esta sentencia del TSJA, que marca un antes y un después en las situaciones que a diario se están produciendo en los Centros Sanitarios del Área Sanitaria Norte de Córdoba, donde la sobrecarga laboral, la falta de recursos humanos y de medios, provocan con frecuencia situaciones de estrés y ansiedad insoportables, que en muchas ocasiones desembocan en crisis de ansiedad que requieren in situ atención médica, tratamiento farmacológico y baja por enfermedad. Esta sentencia a juicio de SATSE, es una sentencia que protege como accidente de trabajo, consecuencias del día a día generadas por una administración sanitaria de la Junta de Andalucía en el Área Sanitaria Norte de Córdoba insensible y frívola con la situación profesional y laboral de los profesionales de Enfermería en sus puestos de trabajo, donde lo dan todo por el paciente, mientras los directivos permanecen ajenos y sin compromiso para solventar la situación insoportable que sufren cada día.