Esto es como la irreductible aldea gala contra el poder de Julio César, por ponerle una pincelada de color a una situación muy seria, grave y gris. Hay todavía tres municipios en la provincia de Córdoba que están con tasa 0,0 de incidencia Covid, que tienen elementos en común y que viven con el temor de que en cualquier momento salte la liebre y puedan dispararse los casos. Cualquier error en este sentido puede cambiar por completo las tornas.
Son Valenzuela, en la comarca del Guadajoz-Campiña Este, en el límite provincial con Jaén; Conquista, en el Valle de Los Pedroches, a escasos kilómetros de la frontera provincial con Ciudad Real, y Villaralto, también en la norteña comarca pedrocheña, pero en su mismo centro.
Los tres pueblos son pequeños, 1.208, 379 y 1.131 habitantes, respectivamente, y tienen como elemento común no contar con ningún fallecido en sus filas, mientras que los infectados, que ya están todos ellos curados, son también relativamente bajos, cuatro en Conquista y siete en Villaralto, salvo en Valenzuela donde se llagaron a acumular hasta 40 positivos en su momento. Eso supone un 3,31% de la población vinagorra, un 0,61% de los conquistemos y un 1% en la localidad villaraltera.
Para el alcalde de Conquista, el socialista Francisco Buenestado, el aislamiento natural del pueblo, las desinfecciones diarias de las calles y un alto porcentaje de personas mayores, todo bien aderezado con unas gotas de suerte es lo que podría explicar, es lo que podría explicar que desde hace dos meses su tasa sea de cero patatero (en el mejor sentido de la palabra).
"Las localidades más próximas a nosotros están a unos 29 kilómetros y mis convecinos se cuidan mucho y suelen atender más a las medidas preventivas por ser población diana", señala Buenestado. De los cuatro infectados, uno de ellos enfermó en abril de 2020, otros dos en octubre y en diciembre pasado, y el cuarto al alcalde le cuesta considerarlo como vecino propio del municipio, ya que aunque está empadronado allí vive en otro pueblo.
A eso hay que añadir que la gente joven "no sale mucho", el comercio cierra puntualmente a las 20.00 horas y la hostelería, a las 18.00. En cuanto a las desinfecciones, se llevan a cabo por parte de un ganadero nativo, si bien la cuba que utilizan para distribuir el producto desinfectante ha sido cedida por los propietarios de la finca de La Garganta, en Ciudad Real. "Al principio, cubríamos este gasto con el Plan Córdoba 10 de la Diputación Provincial, que ya está agotado, y ahora lo tenemos que asumir nosotros, pero es un gasto bien realizado por los resultados", asegura el edil del PSOE.
Todo ello han pensar que la llegada del Coronavirus en cualquiera de sus cepas hasta allí resulta complicado, pero no imposible, porque hay personas que trabajan fuera o van allí a trabajar, como es el caso de algún maestro, por lo que siempre hay un resquicio por el que pueda filtrarse la mala suerte.
Ángel Moreno (IU) es el alcalde de Villaralto. Ha explicado a este periódico que sus infectados son todos de la primera oleada y, aunque acepta el parte oficial, extraoficialmente asegura que los positivos propios sin cuatro, ya que el resto son o bien falsos positivos o bien están viviendo también en otros puntos, pese a tener la residencia en este pueblo.
"No tenemos ninguna carretera principal que llegue hasta el pueblo, lo que significa que quien quiera llegar a nosotros tiene que desviarse voluntariamente", indica Moreno para explicar el nivel de aislamiento que tiene su municipio. Allí también hay un porcentaje interesante de personas mayores, que "se toman muy, pero que muy en serio los consejos para evitar contagiarse", pero el alcalde ha querido lanzar de nuevo un mensaje de paciencia y de seguir trabajando en la misma dirección: "La concienciación de la ciudadanía es la base para ganar esta batalla, y si, a pesar del cansancio que hay con esta situación, todos aportamos nuestro granito se conseguirá la victoria entre todos".
En su caso, Moreno también asegura que la ayuda de la Guardia Civil de El Viso ha sido fundamental para atajar cualquier posibilidad de brotes. Especialmente durante la Navidad pasada, con un control mayor sobre la gente joven.
Factor suerte
El factor suerte también ha tenido que ver para conseguir estabilizar la tasa 0,0 desde junio de 2020, porque son muchos los que trabajan fuera, incluido el propio alcalde, y tienen que tener el mayor de los cuidados en esos desplazamientos para no ser los causantes de un brote. Y la conciencia, puesto que por segunda ocasión (la primera fue en marzo pasado) los trabajadores de la residencia se han confinado con sus mayores, tras haber recibido la primera dosis de la vacuna el pasado viernes y están ahora a la espera de la segunda. Lo mismo ocurrirá con las ocho mujeres de la ayuda a domicilio que en breve recibirán la suya, después de que hoy mismo se haya remitido a la Junta la documentación pertinente para ello.
Cada tres días se desinfecta además el municipio, con una cuba adquirida con fondos del plan de la Diputación Córdoba 10, que se ha agotado y ha llegado "hasta donde ha llegado", por lo que ahora se usan fondos propios. Por este motivo, el alcalde ha mostrado su esperanza en que la Institución provincial pueda sacar este año algo similar, teniendo en cuenta que lo que esta por venir es todavía peor.
Como él opina Antonio Pedregosa, alcalde del PP de Valenzuela. Considera que es Plan Córdoba 10 funcionó bien y el material que se usa no es precisamente barato para unas administraciones que apenas tienen ingresos. En su caso llevan con tasa cero desde octubre del pasado año y son varias las cosas que podrían explica esta situación.
Desde luego una de ellas no es el aislamiento, puesto que por mitad del municipio transcurre la A-305, bastante transitada ya que conecta la costa oriental con la A-4 en Andújar hacia Madrid. Es más el alcalde asegura que no se aplican medidas más allá de las que corresponden a su situación actual, a lo que hay que añadir que están en plena campaña de la aceituna y la población aumenta en tres un 10 y un 20 por ciento con los jornaleros. Igualmente, en Navidad hubo reuniones familiares y aunque ha bajado el movimiento, las calles muestran personas yendo y viniendo (al contrario que en Villaralto y Conquista, donde apenas se ve a nadie).
¿Entonces, dónde esta el secreto? "Creo que todo suma", afirma Pedregosa. Y eso significa que no hay nadie sin mascarilla y el convenio con Baena permite contar con Policía Local un par de días a la semana en los que controlan y velan porque así sea.
Los olivareros tienen muy controlados a sus jornaleros, que suelen ser habituales año tras año y ya vienen conciencias con la situación. Además la actividad casi se para a las 18.00 con el cierre de los bares y ni siquiera pueden juntarse en un bar a ver el futbol por televisión.
Se han repartido mascarillas a toda la población (y se siguen entregando), los edificios públicos tienen un estricto control de las medidas anti-Covid y también se desinfectan las calles todas las semanas sin una cuba adquirida para la ocasión y allí donde ésta no llega mediante mochilas con desinfectante, al tiempo que se han restringido las actividades deportivas, a pesar de que se trata de un municipio con tres equipos federados de fútbol y un gimnasio que suele llenarse, pero que ahora entrene grupos de cuatro en cuatro y desinfectando después todos los aparatos usados.
Igualmente "estamos ya en la tercera ola y la ciudadanía está mucho más concienciada", no como al principio en que se produjeron allí dos brotes importantes de 13 y 15 personas, respectivamente, más otros casos con motivo de las fiestas locales de agosto hasta sumar los 40, según la Junta.
A modo de curiosidad, en la provincia de Almería hay 19 municipios con tasa cero; en Granada son 23; en Jaén, cinco; en Málaga, seis, en Huelva, nueve, En Cadiz, uno, y en Sevilla también uno.
