Los datos que tiene en su haber la Dirección General de Tráfico (DGT) en la provincia de Córdoba indican que esta Semana Santa, con la posibilidad de moverse por el interior de la provincia, en efecto se han producido más desplazamientos que durante la pasada Semana Santa de 2020, cuando todo el país estaba en pleno confinamiento, lo que no deja de ser lógico.
Esos incrementos del tráfico en las carreteras de la provincias vienen a coincidir sobre todo con el inicio de los fines de semana y del puente festivo. Así, el Viernes de Dolores el incremento de vehículos fue del 7,78% con respecto al mismo día de 2020, mientras que el Sábado Santo alcanzó una subida del 10,28%.
Hay que esperar al Miércoles Santo, supuesto inicio del puente de Semana Santa, para comprobar otra subida, mucho menor que las anteriores, del 0,45%, si bien la mayor de todas tuvo lugar el Domingo de Resurrección, que correspondería a la operación retorno de años normales, con un 17,40% de subida en los desplazamientos por las vías cordobesas.
El resto de jornadas de la Semana de Pasión, contando con que son lectivos, los porcentajes bajan ostensiblemente hasta en un 66,47% el Viernes Santo, un 53,10% el Jueves Santo o un 11,69% el Domingo de Ramos.
Estos porcentajes indican que hubo cierto movimiento a lo largo de los días de Semana Santa. Todo lo contrario que en 2020, donde todas las jornadas tuvieron números rojos en comparación con 2019, año en que la provincia todavía estaba abierta tanto a recibir visitantes como a los desplazamientos de cordobeses y cordobesas en sus vacaciones, sobre todo hacia las costas.
Así, por ejemplo, siempre según las mismas fuentes, la mayor caída se produjo en el Domingo de Resurrección del pasado año, con un 56,98% en comparación al de 2019. También destaca la del Jueves Santo (-53,88%), Viernes Santo (-52,14%o Domingo de Ramos (-48,30%)
Hay que indicar que, en teoría, esas bajadas tendrían que haber sido aún mayores, ya que salvo excepciones, el resto de personas no podía salir de sus casas, por lo que pueden indicar que hubo más de uno y una que se saltaron a la torera tanto el confinamiento como las restricciones que conlleva.
Esas excepciones, que deben estar perfectamente justificadas, son la asistencia a centros, servicios y establecimientos sanitarios, el cumplimiento de obligaciones laborales, profesionales, empresariales, institucionales o legales; la asistencia a centros universitarios, docentes y educativos, incluidas las escuelas de educación infantil; el retorno ala ligar de residencia habitual o familiar; la asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables; el desplazamiento a entidades financieras y de seguros o estaciones de repostaje en territorios limítrofes; las aactuaciones requeridas o urgentes ante los órganos públicos, judiciales o notariales; renovaciones de permisos y documentación oficial, así como otros trámites administrativos inaplazables; la realización de exámenes o pruebas oficiales inaplazables; por causa de fuerza mayor o situación de necesidad, y cualquier otra actividad de análoga naturaleza, debidamente acreditada.
Según datos globales de la DGT de la Semana Santa de 2020 en todo el país, se redujeron un 86% los desplazamientos de largo recorrido y un 52% los fallecidos (de hecho, en Córdoba, al igual que este año, no se produjo ningún fallecido), al pasarse de los 14,9 millones de desplazamientos en 2019 a los 2,1 millones de 2020.
