Los expertos que han tomado parte en el I Congreso Técnico Nacional del Girasol que se ha celebrado hoy en la Diputación de Córdoba han destacado el incremento del consumo de girasol que se viene produciendo en los últimos años y que contrasta con la reducción de las hectáreas cultivadas, algo más de 700.000 en toda España, de las que unas 200.000 se localizan en Andalucía.
La elección de Córdoba para celebrar este congreso no es casual. Córdoba, junto a Sevilla, son las dos mayores productoras de girasol de Andalucía, ocupando un lugar destacado en toda España. Además, en la provincia se han ubicado históricamente los centros de investigación sobre cultivos, entre ellos el girasol, de ahí que también sea en Córdoba donde se ubique la sede de la Asociación Española del Girasol (AEG), organizadora del congreso.
El presidente de AEG, Juan Fernández, admitió que la superficie dedicada a este cultivo en España “está en declive” pero “la mejor forma de no contribuir a la crisis es actuar”, de ahí este congreso que tenía como principal objetivo “acercar el mundo académico al agricultor y limitar con rigor científico la información sobre el cultivo que recibimos”.
El vicepresidente 4º de la Diputación de Córdoba, Salvador Blanco, señaló que “estamos apostando desde el área de Agricultura, desde nuestro Centro Agropecuario, por la promoción del sector agroalimentario en la provincia de Córdoba “ya que es el principal motor de desarrollo económico”. “Aunque el olivar tiene un especial protagonismo, es cierto que necesitamos una diversificación en nuestros cultivos, que nos permita incrementar el potencial de nuestro campo”, ha remarcado Blanco quien ha recalcado la importancia de que “Córdoba se convierta en punto de encuentro y de reflexión con congresos como éste, porque es positivo para el intercambio de ideas, experiencias y conocimientos”.
La presidenta del comité organizador del congreso, Leire Molinero, por su parte, hizo hincapié en que “el cultivo del girasol tiene un papel clave en la agricultura española pero tenemos que defenderlo, tenemos que darle visibilidad, tenemos que mostrar a los agricultores que hay empresas y organismos oficiales trabajando en investigación, en comercio, en calidad de aceites, ese es un poco el objetivo de este congreso, mostrar al agricultor todos los que estamos detrás apoyando al agricultor”.
Molinero recordó que por el clima que se da aquí, “tenemos mucha facilidad para producir cultivos oleaginosos. En este sentido, el congreso puso de manifiesto que el aceite de oliva y de girasol tienen mercados compatibles, el primero en el ámbito del consumo en crudo, y el segundo más en el campo de la industria alimentaria, en donde se está constituyendo como un sustituto del aceite de palma. En cualquier caso, “lo que hace falta es informar al cliente, al consumidor, las diferencias organolépticas de cada uno de los aceites para su mejor utilización. Los aceites de oliva y girasol no son enemigos”, remarcó el presidente de AEG.
En el congreso se han abordado cuestiones relacionadas con la agronomía y el manejo del cultivo, la mejora genética del girasol, las enfermedades y los tratamientos más novedosos, o la calidad de los aceites y productos del girasol.
Especial atención recibió el desarrollo del aceite de girasol alto oleico, sobre el que disertó Luis Carlos Alonso, Global OSR/Sunflowers Business Development Lead en Syngenta, quien expuso la situación actual a nivel Europeo, en la que el girasol y el alto oleico están empezando a marcar sendas diferenciadas, con desarrollos diferentes. Así, Alonso auguró un incremento de precios del girasol ya que el mayor productor mundial, Ucrania, ha plantado este año 500.000 has. menos de este cultivo.
El presente y futuro del mercado del girasol y la sostenibilidad del cultivo centraron gran parte del congreso. En este aspecto, el director de mejora vegetal para Europa de Corteva, Abelardo de la Vega, puso de manifiesto la importancia de la mejora genética para hacer sostenible, y rentable, el cultivo en un futuro próximo.
Otra de las cuestiones destacadas abordadas en el congreso fue la calidad de los aceites, un tema sobre el que la investigadora del CSIC María Victoria Ruiz destacó que “lo recomendable es consumir un aceite saludable, esto es, el que tiene monoinsaturados en mayor proporción, que es el caso del alto oleico, o, en su defecto, que tengan dimetilpolisiloxano (antiespumante), que ayuda a prolongar la vida útil del aceite.
Junto a las ponencias, los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer información de primera mano de algunas de las empresas más destacadas del sector, que instalaron mesas informativas, entre ellas, Syngenta, Corteva, Basf o Agricultura Ensayo. Además, las empresas tomaron parte en una mesa redonda en la que dieron a conocer su visión de la situación del sector y de las perspectivas de futuro, unas perspectivas en las que España puede salir muy beneficiada.
