En Albendín

"Oro blanco" en pleno corazón de la provincia de Córdoba

Albendín, una pequeña pedanía de la localidad cordobesa de Baena, acoge una de las salinas más importantes a nivel europeo 

Salinas de Albendín1
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Perdido en un pequeño paraíso a orillas del río Guadajoz, en Albendín, una pequeña pedanía en el término municipal de Baena, se esconde el lugar en el que nace el “oro blanco”, tal y como lo llaman los albedinenses, o más conocidos como los “panciverdes” –término por el que se conoce a los residentes en esta localidad “al tener el estómago lleno de la buenas verduras de sus huertas”-, las salinas de Vadofresno.

Son salinas de un gran valor y cuyo origen se remonta a la época romana. De hecho, según cuentan los vecinos de Albendín, sólo 1.500,  uno de los motivos principales del asentamiento de los romanos en esta zona fue la búsqueda de este preciado “oro blanco”, la sal. Una atracción que también hizo que los árabes escogiesen este lugar para asentarse.

Salinas de Albendín

Esta sal procede de un manantial que hay bajo tierra y que los albeninses aprovechan para su explotación, convirtiéndose estas salinas en únicas en Europa. Tanto es así que su valor económico asciende a 600 euros el kilo. Por este motivo, según explican los encargados de esta salina, esta sal sólo es consumida por chefs Estrella Michelín y grandes restaurantes que la utilizan en la elaboración de sus platos.

Más allá de los grandes bloques de sal que nacen en esta privilegiada y rica localización geográfica, en este pueblo también elaboran platos, vasos y bandejas, junto a otros objetos decorativos con la sal que se nace de estas salinas y que, también, son utilizados por los mejores chefs nacionales e internacionales.